Un hombre que estaba detenido en la Unidad 16 de Pérez se escapó este lunes a la tarde en el marco de la primera salida para un tratamiento ambulatorio que le había autorizado la jueza Luciana Prunotto, quien ya había otorgado un beneficio similar al mismo interno en una fuga anterior.

Mauro Gabriel Filippi asistió a la institución “Volver a la vida” ubicada en Sarmiento 1632 de Rosario para abordar un problema de consumo de drogas fuera de la cárcel en donde estaba alojado.

La jueza autorizó un tratamiento con modalidad ambulatoria los días lunes, miércoles y viernes de 10 a 17.30. 

Sin embargo, en el primer día Filippi -condenado por robo doblemente calificado- aprovechó para escaparse como ya había hecho hace dos años, informó el periodista Hernán Funes. 

El hombre viene de estar dos años prófugo (no regresó de una salida transitoria) y había sido recapturado en enero pasado. Pese a esos antecedentes en su prontuario, la magistrada avaló la salida a un centro abierto y sin custodia.

La directora de Relaciones Institucionales del Servicio Penitenciario (SP), Lucia Masneri, afirmó en el programa A diario (Radio 2) que la misma jueza ya ordenó un nuevo pedido de captura y ahora deben iniciar un operativo para dar el con ex interno.

"El Servicio Penitenciario se opone a todo este tipo de traslados y tenemos muchos casos así. Esta persona estuvo evadida durante dos años y había sido recapturada", dijo Masneri y aseguró que ese "tipo de terapia se puede recibir en la unidad" y no son necesarios estos traslados.

Para la funcionaria penitenciaria, el organismo no puede ser un "servicio de taxis" y mucho menos cuando "se ordena el traslado a una institución completamente abierta, sin custodia". 

"No alcanza con los 30 mil traslados que hacemos durante el año, sino que también hacemos un servicio de taxi. Esto era lo más probable que ocurriera", definió.

En ese sentido, aclaró que la medida judicial dispuso un "contralor del personal de la comisaría 2ª para que verifique la presencia de Mauro Gabriel Filippi en dicha institución cada uno de los días que se encuentra autorizado a concurrir". 

"Contralor es una suerte de pedido de asistencia, no es custodia", diferenció Masneri y señaló que no se puede evitar una fuga en una institución abierta, con ventanas y puertas.

Desde la Justicia provincial señalaron que para otorgar esta habilitación a Filippi fue fundamental que los psicólogos del Servicio Penitenciario entendieron que "era necesaria esta forma de terapia y que la cárcel no tenía un mecanismo idóneo para ofrecer en este caso".