Un joven oriundo de Rosario fue detenido e imputado con prisión preventiva en la ciudad de Comodoro Rivadavia, Chubut, por haber protagonizado una saga de estafas con tarjetas de crédito y débito, en la modalidad de robo de datos conocida como skimming.

De acuerdo con voceros judiciales, la mayoría de los fraudes fueron cometidos en Neuquén y al momento de la aprehensión, por parte de personal de la Dependencia Policial de Investigaciones (DPI), tenía un clonador y 23 plásticos, tanto bancarios como de locales de videojuegos. Una de las víctimas es un fiscal neuquino de la Unidad de Ciberdelitos, según trascendió.

“Se trata de una modalidad de estafa cometida a través de la clonación de tarjetas en cajeros automáticos. Las víctimas en Comodoro Rivadavia fueron personas físicas que no aún no están identificadas: se extrajo dinero de las cuentas (calculado entre dos y tres millones de pesos) que fue destinado a otras cuentas”, dijo el fiscal chubutense Martín Cárcamo a Canal 9 de la Patagonia tras la audiencia celebrada el viernes, donde sólo se abordaron expedientes originados en Comodoro Rivadavia. Por ello la jueza Daniela Arcuri le impuso cuatro meses de prisión preventiva. En esa ciudad del sur, indicaron, no había antecedentes de la modalidad skimming (del inglés to skim –leer rápidamente u hojear–.)

La causa se le sigue a S.T.A. –no trascendió la identidad–, quien cayó detenido el 28 de febrero en Comodoro Rivadavia a instancias de una solicitud de la División Delitos Económicos de Neuquén, que anotició a la policía chubutense. Justamente, lo aprehendieron tras haber retirado dinero de un cajero automático del Banco Chubut ubicado en la sede de la Municipalidad y se disponía a ingresar a una confitería.

Los sabuesos informáticos le seguían el rastro a S.T.A. por haber dejado un tendal de trece expedientes por estafa en Neuquén. En la Patagonia lo mentaron como un “estafador golondrina”.

Según detalló el fiscal Cárcamo, el sospechoso incluso le había clonado la tarjeta a un funcionario judicial que trabaja en la Sección Ciberdelitos.

Previamente, en conferencia de prensa el comisario Pablo Lobos indicó que S.T.A venía desde Corrientes, Buenos Aires, pasó por Córdoba y Bariloche. “Siempre cometiendo el mismo delito, transfería dinero de una cuenta a otra con tarjetas clonadas”, describió.

Sobre el dispositivo utilizado para robar datos, Lobo dijo: “Es un vinculador para pasar la tarjeta magnética, y según pudimos experimentar lo hace con bluetooth. Lo coloca en el cajero, clona la tarjeta para acceder, y con la ayuda de otra persona en otra parte realiza las transacciones. No es la única persona que actúa, hay más personas que están detrás. Tiene conexión con otras provincias”.

El periplo de S.T.A terminó cuando fue detenido en un departamento de alquiler, donde la policía secuestró otras 14 tarjetas. No todas eran bancarias: había plásticos de Sacoa y Neverland, con créditos cargados para jugar videojuegos.