El secretario de Asuntos Penitenciarios de la provincia, Walter Gálvez, descartó este viernes que la detención de dos agentes del Servicio Penitenciario que robaron mercadería de la Unidad Penitenciaria Nº 5 de Rosario haya tenido vinculación con una mala situación salarial pero reconoció que se trabaja en la mejora de la situación laboral para el sector. Al mismo tiempo, dijo que muy pocas personas quieren ser agentes penitenciarios.

“Así como se pondera al trabajador penitenciario, condenamos este tipo de hechos y por eso inmediatamente se dio aviso (del robo) al fiscal en turno”, dijo el funcionario.

Y agregó: “No toleramos estas situaciones y esto es una buena señal hacia el buen trabajador”.

Aunque el secretario descartó que el robo de alimentos haya estado vinculado a necesidades económicas o al bajo sueldo, reconoció que debe ser mejorada la situación salarial y laboral.

“En marzo vamos a anuciar algunas pautas para cambiar la escala salarial y ya hemos dado un plus para los empleados que están trabajando en la cárcel de Piñero por su tarea compleja con presos de altos perfiles”, comentó.

El secretario señaló que pocas personas quieren ser agentes penitenciarios y eso quedó demostrado en el llamado a concurso el año pasado.

Abrimos una inscripción para incorporar 200 agentes al Servicio Penitenciario el año pasado: al cabo de la segunda etapa quedaron 7 y se anotaron muy pocos. Esa es una situación que amerita un análisis”, concluyó.

Amenazas: "Se reforzaron controles y éstas son las consecuencias"

Luego de las amenazas recibidas en la oficina de Asuntos Penales y Penitenciarios de Rosario, en Alsina y Pellegrini, el secretario, dijo este viernes que se trata de una situación que tiene antecedentes y ocurre cada vez que se ajustan los controles a los presos denominados de “alto perfil”.

“Esto no es nuevo. No lo minimizamos, le damos la trascensdencia que corresponde y también tomamos las medidas del caso”, dijo el funcionario del gobierno santafesino al programa El Contestador (Radio 2).

Gálvez recordó que en el último tiempo hubo traslado de internos de alta peligrosidad o de altos perfiles a cárceles federales, secuestraron unos 5 mil celulares en 2021 y se restringieron visitas.

“Se reforzaron los controles y éstas son las consecuencias. No le damos trascendencia como que mañana vayan a atacar la unidad pero tampoco lo desmerecemos. Cada vez que ocurre tomamos medidas”, dijo el secretario de Asuntos Penitenciarios.