El autor del único disparo que se realizó en la madrugada del miércoles contra la garita de seguridad de los tribunales federales, en Oroño al 900, fue perdido de vista por las cámaras de vigilancia “en una arbolada” de Oroño y Córdoba. Es decir, no contó con un vehículo de apoyo inmediato para darse a la fuga. Esa información fue brindada este viernes por el fiscal federal Javier Arzubi Calvo, a cargo de la investigación por el atentado.

“Es una situación complicada con una persona que va y vuelve caminando. A partir de las cámaras del tribunal y las que están sobre Oroño pudimos seguirlo unas cuadras. Estamos tratando de ver el recorrido que hizo y si tuvo apoyo. En principio, no habría”, dijo Arzubi Calvo en el programa Radiópolis (Radio 2).

Además, agregó que “en principio no se puede unir (el atentado) con los juicios que se hacen” por parte de la Justicia federal. “Dispuse que se refuercen las custodias y se notifique a la Procuración”, señaló.

“La persona se va caminando. Lo perdemos en la visión en Oroño y Córdoba. Nos constituimos en el OJO y lo seguimos hasta que se pierde en una arboleda en Oroño a la altura del Starbucks. No había otras cámaras”, amplió.

El fiscal también remarcó que el gatillero no contó con “equipo logístico”. “No se comunicó telefónicamente con nadie”, finalizó.

Al momento del ataque, el edificio judicial de Oroño al 900 tenía custodia, pero interna. No solo no hubo detención ni persecución, sino que ni siquiera los agentes escucharon el tiro que impactó en la garita de seguridad.