Argentina tiene un solo rival en Sudamérica: Brasil. Es el espejo donde mirarse, el parámetro. Hoy la realidad marca que las otras selecciones continentales, más allá de los resultados, son inferiores. Pensando en el Mundial, Argentina no tiene una medida de sus posibilidades porque no se enfrenta con rivales de su misma jerarquía, o superior, salvo Brasil.

“Es evidente que a nosotros nos interesa jugar con selecciones que no son sudamericanas”, comentó hace unos días Lionel Scaloni, que, obviamente, también advierte que una pata de la preparación está enclenque, más allá de lo beneficioso que resultó el sorteo.

“En eso estamos trabajando, pero también las demás selecciones están esperando la clasificación para después poder armar los amistosos, que son pocos y este año el tiempo de preparación al Mundial es bastante ridículo. Hay que usar los partidos de buena prueba”, amplió antes de que las clasificaciones estuvieran casi todas cerradas como ahora y también con los rivales de la fase de grupos definidos casi en su totalidad.

A la selección le cayó muy mal, por ejemplo, que Italia haya quedado afuera de Qatar porque el partido que enfrentará a ambas selecciones el 1° de junio en Wembley no tendrá la rigurosidad competitiva que tendría si ambos equipos estuvieran clasificados para la Copa del Mundo. Para los italianos será un partido incómodo, para sacárselo de encima lo más rápido posible y para Argentina todo lo contrario. Lo necesita como un buen test para una competencia en la que tendrá adversarios de diferentes características.

Cruzarse con un rival africano también sería una buena opción que serviría para sacar más conclusiones.

Saber dónde se está parado es fundamental para gestionar las fortalezas de un equipo que quiere ser protagonista y corregir las debilidades para que no aparezcan, o lo hagan lo menos posible, en plena competencia. Sobre todo de octavos de final en adelante.

Hasta ahora el único rival confirmado de aquí al Mundial (faltan casi 8 meses) es Italia. A Brasil (partido pendiente de eliminatorias sin fecha definida) Argentina lo quiere evitar y la propuesta de enfrentar a México en la ventana de septiembre, a un puñado de meses de la Copa del Mundo, como se preveía se canceló porque sería muy encima del choque que los enfrentará por la fase de grupos en Qatar. Casi nunca se juegan partidos preparatorios frente a aquellos seleccionados que son rivales confirmados en el Mundial.

Por ahora sólo Italia, demasiado poco para tanto tiempo en el que será imprescindible buscar la vuelta para mantener el equipo en competencia.

No sólo por la cantidad, sino y fundamentalmente por la calidad. Hasta aquí el único rival de Argentina, en los últimos años, fue Brasil. Es el parámetro. Se necesitan competidores de otras características para llegar a Qatar lo más afilado posible. Después, como siempre, los resultados dirán.