En abril de 1986 Carlos Bilardo tenía el plantel prácticamente definido para afrontar el Mundial de México. Faltaban menos de 2 meses para la Copa del Mundo. Alejandro Sabella, dueño de una zurda prodigiosa, típico 10 pachorriento de aquellos tiempos, estaba en la lista, era casi número puesto.

El 13 de abril de ese año, Carlos Tapia, el Chino Tapia, número 10 de Boca, ex River, le hizo 3 goles a Chacarita y el rebote periodístico fue tan fuerte que repercutió en la selección.

El equipo de Bilardo no tenía mucha aceptación, llovían las críticas, algunos pedían su cabeza y hasta en las altas esferas del gobierno de Raúl Alfonsín, presidente de la Nación, se objetaba el proceso.

Buscando un poco de consenso, algo de paz, Julio Grondona, presidente de la AFA, le dijo al doctor: “El 10 de Boca no puede estar afuera de la selección”. Bilardo aceptó la sugerencia y cortó a Pachorra para que Tapia esté en la lista de México 86.

Jamás se le escuchó decir una palabra al respecto. Sabella agarró el botinero y se fue a su casa haciendo uso y abuso de un perfil bajísimo que lo acompañaría durante toda su carrera.

Este año horrendo, que además de pandémico ya se había llevado al Trinche y a Diego, ahora se llevó a un personaje queridísimo del ambiente del fútbol que con el paso de los años fue cambiando el apodo de Pachorra por el de Profesor.

“Cuando terminó el Mundial tenía muchas ganas de descansar un poco, para mí había sido una responsabilidad enorme, un gran peso sobre mi espalda y necesitaba recuperarme”.



“No tengo pensado volver a dirigir, por lo menos hoy no lo pienso. ¿Por qué? No creo que pueda darle el ciento por ciento que uno les pide a sus jugadores. El día a día es demasiado exigente así que me parece que, si estoy bien, debería esperar un tiempito más para volver a pensarlo”, se sinceró el Profesor en febrero.

Desde que llevó a la selección a la final de Brasil 2014 no volvió a dirigir. A los pocos meses de aquel partido con Alemania, un cáncer lo obligó a jugar un partido mucho más cruel del que salió airoso un par de años después.

Nunca una queja, jamás una palabra de más. El día que murió Diego se descompensó, fue internado y ya no pudo salir. Murió con apenas 66 años.

Sabella fue reclutado por Bilardo en 1982 para formar parte de un Estudiantes maravilloso. Trobbiani, Russo, Sabella y Ponce integraban un mediocampo que hizo historia: campeón con Bilardo en 1982 y con Eduardo Luján Manera en 1983.

Cuando se retiró comenzó su carrera de entrenador y fue ayudante de campo de Daniel Passarella en la selección argentina junto al Tolo Américo Gallego. Después de algunas otras experiencias compartidas, cada uno siguió su camino.



Fue campeón de América con Estudiantes en 2009 y estuvo a punto, a 2 minutos más precisamente, de ganarle la final del Mundial de Clubes al mejor Barcelona de todos los tiempos. Dani Alves, Gerard Piqué, Carles Puyol, Eric Abidal, Xavi Hernández, Sergio Busquets, Seydou Keita, Lionel Messi, Zlatan Ibrahimovic y Thierry Henry fueron titulares aquel día en el equipo de las estrellas de Guardiola. Sólo un mal rechazo de la Brujita Verón a los 43 minutos del segundo tiempo le permitió al ingresado Pedro igualar el partido. Después, Messi convirtió en el segundo tiempo del suplementario y aquel poderosísimo Barsa se quedó con el título.

El video en el que Sabella explica cómo le jugó a Barcelona es una obra maestra que hoy se replica en todos los portales: imperdible. Para buscar, ver, escuchar y coleccionar.

Murió Alejandro Sabella, el técnico que supo convivir con el Messi más galáctico de todos y estuvo muy cerca de ser el entrenador del triunfo más importante de la historia del fútbol argentino en el Maracaná.

Trascendió aquella derrota, pasó la barrera del exitismo, salió indemne. Para la idiosincrasia argentina no es poca cosa. Hasta siempre Profesor.