“Hoy el fútbol siguió narrando su historia, como siempre, de forma apasionada. Messi ganando su primer Mundial, como era merecido por su trayectoria. Felicitaciones, Argentina. Seguramente Diego está sonriendo ahora... Mi querido amigo Mbappé, marcando cuatro goles en una final, qué regalo fue ver a este espectáculo del futuro de nuestro deporte”.

Uno de los últimos posteos de Pelé, quizás el último, desde su lecho de enfermo, involucró a las estrellas futbolísticas de las últimas décadas y al futuro: a él, a Maradona, a Leo y a Mbappé, el jugador de mayor proyección en el mundo.

El fallecimiento de O’Rei, el 29 de diciembre, disparó una vez más una discusión que se parece más a un juego que a otra cosa: ¿quién es el mejor futbolista de todos los tiempos?

Si es por resultados, a Pelé no hay con qué darle. Ganó tres mundiales como futbolista, la misma cantidad que tiene Argentina. Uno con Kempes y Passarella, otro con Diego y ahora con Leo. 

Si los números se apoyan en los logros en clubes, allí Messi saca una diferencia inalcanzable.

Diego revolucionó Italia haciendo competir mano a mano al oprimido sur pobre con el norte poderoso. Algo que jamás había sucedido en el calcio y no volvió a pasar hasta estos últimos años, en los que Napoli se hizo fuerte en los torneos locales aunque aún no pudo ganar un título. Pero va camino a eso, al menos tiene una buena ventaja a pesar de haber perdido el invicto entre semana.

Dos décadas separan a Pelé de Diego, otras dos y un poco más a Diego de Leo. ¿Es posible compararlos?

Parece difícil. Cada uno marcó una época. En tiempos de fútbol muy diferentes.

Hubo un fútbol de los 60 y 70. Hubo otro juego en los 80 y 90. Y uno muy diferente en el siglo XXI.

¿Hay uno mejor que el otro? También es imposible determinarlo. Cada uno en su tiempo fue el jugador más influyente.

En un juego de conjunto, elegir al mejor es bastante complicado. Para ser el mejor tendría que ser el mejor arquero, el mejor defensor, el mejor mediocampista y el mejor delantero. Una ridiculez.

En todo caso se puede hablar del mejor en su puesto, así sería más justo.

Por supuesto que la onda mundialista pone a Messi en un sitial de privilegio del que es muy difícil sacarlo, pero lo más justo sería, en todo caso, asegurar que Pelé, Maradona y Messi conforman la Santísima Trinidad del fútbol.

Sería más equitativo para ellos también.

¿Hay uno mejor que el otro? También es imposible determinarlo. Cada uno en su tiempo fue el jugador más influyente

¿Por qué uno por encima del otro? ¿Por qué no los tres a la par? Esa parece ser la definición más abarcadora.

“Hoy, el fútbol sigue contando su historia, como siempre, de forma apasionante. Messi ganando su primer Mundial, como lo merecía su trayectoria. Mi querido amigo Mbappé, marcando cuatro goles en una final. Qué regalo fue ver este espectáculo para el futuro de nuestro deporte. Y no podía dejar de felicitar a Marruecos por la increíble campaña. Es genial ver brillar a África. ¡Felicidades Argentina! Ciertamente Diego está sonriendo ahora”.

El último posteo de Pelé, uno de los integrantes de la Santísima Trinidad del fútbol que tiene a Leo en plena vigencia.

¿Podrá Mbappé subirse a ese pedestal?

Es un tema polémico. Para muchos, Alfredo Di Stéfano, Johan Cruyff y hasta Cristiano Ronaldo integran ese grupo selecto.

Son opiniones, todas válidas, cada una en su tiempo. Sin exclusiones. Es la mejor ecuación.