Ubicada en Sarmiento 1171, el lugar cumplirá en agosto 111 años y duele pensar que el vallado de protección colocado en la mañana de este sábado 27 de julio de este 2019 pueda llegar a ser la antesala de un final para muchos anunciado. Sin embargo hay quienes no quieren que eso suceda y en las redes cientos de comentarios de apoyo fueron dando cuenta de lo importante que es este espacio para la ciudad y para aquellos que la visitan.
Tras el malentendido de haberla creído cerrada por ese vallado un anuncio volvía a abrir una luz de esperanza al final del camino: "¡La Librería Longo está abierta! Y se va a liquidar todo lo que exista. Pero no está cerrada. Aclaramos que los chapones son a modo preventivo, ya que el edificio está con desmejoras visibles. Fue lo único que pudo hacerse dentro de las posibilidades económicas ante una citación Municipal", dice el texto publicado en Facebook. Fue un respiro para quienes no sólo amamos los libros, sino también la historia, esa historia que identifica, que une a pesar del tiempo. Esa historia que mantiene la memoria viva y a los recuerdos de antaño más cercanos.
El revuelo fue mucho y en otro post se dieron más detalles, poco alentadores por cierto: "Aclaramos que los chapones son a modo preventivo ya que el edificio está con desmejoras visibles. Fue lo único que pudo hacerse dentro de las posibilidades económicas ante una citacion municipal", agregaron en red social junto con un mensaje en la que reclaman a la municipalidad por el olvido. "Gracias a la #Municipalidad , a #Cultura , por tantos años de hacernos #Invisibles, tuvimos que llegar a esto para que los medios vean los problemas que conlleva mantener una propiedad de estas características . Mientras tanto la citación sigue su curso y no va que quedar otro camino. Gracias a la #Municipalidad , por tanto gastos en cosas superfluas y olvidarse de los libros con olor a viejo, que seguramente después los lloraran".
Lejos de los años de gloria
Con más de un siglo de vida, esta librería fundada en agosto 1908 por el italiano Alfonso Longo trabajó de forma ininterrumpida y todos anhelan que puedan seguir haciéndolo. La actividad comercial, cada vez más reducida, fue continuada en las últimas décadas por las hijas del fundador: Amanda que falleció hace poco a los 102 años y "Coqui" que con 87 años aun se la puede encontrar detrás del mostrador.
Fue precisamente "Coqui" quien en 2015 en una nota para El Tres hablaba de esas cosas que solo se consiguen en sus estantes y de los fieles clientes sumados a visitantes de todo el mundo: "Todo cambió mucho pero como acá tenemos cosas raras, variedad eso hace conservar a algunos clientes. Tenemos libros de historia, de técnica, revistas de deportes, y novelas pero esas no las llevan mucho" y agregó en aquella ocasión que mucha "gente que se fue de Rosario, a vivir a otros países, al volver a la ciudad vienen de visita porque piensan que no estábamos más", pero allí están. "Coqui" agregó además que recibían visitantes de muchos lugares: "Vienen españoles, rumanos, haitianos. Llevan cosas para regalos, sacan fotos", contó orgullosa en aquella nota hoy de archivo.
El eco en las redes
En las redes sociales las opiniones no se hicieron esperar, algunos con recuerdos, otros con fotos y claro con más de un reclamo para que el lugar sea conservado dentro de lo que es el patrimonio histórico de la ciudad, pero para eso necesitan ayuda.
Por mi parte me quedo con la alegría de haberla conocido, de volver a pasar en estos días y de haberme enterado que allí mi abuelo Marcelo Rubio le compró a mi papá José, su primer libro de motores diesel. Pero También me quedo con un sabor agridulce y con la info que describen en su page, lugar desde donde dan cuenta que pese al paso de los años, la librería sigue estando de pie: "Este es un espacio donde encontrarás historias y también invitamos a todos los que una vez pasaron por este increíble lugar a que cuenten sus anécdotas"...