*Por Claudia Guardia

Hace algunos años se viene escuchando el término “Economía Naranja”; hoy es un concepto que está revolucionando al sector creativo a partir de la trasformación de las ideas en bienes y servicios económicamente productivos, cuyo valor podría estar protegido por derechos de propiedad intelectual. La economía naranja es un movimiento iniciado en Latinoamérica y desarrollado por primera vez en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta economía impulsa a la cultura y la creatividad como generadoras de riqueza, convirtiendo al talento en el motor de nuestro crecimiento económico.

Ahora ¿por qué naranja. A lo largo de la historia, el naranja ha sido asociado con las artes, la creatividad y la identidad; además, es el color perfecto para representar a las ideas como fuente de transformación y producción.

La gran mayoría de las personas desconocen todavía las oportunidades que esta economía es capaz de generar en la producción de empleo. Pensemos en un arquitecto capaz de innovar en otros sectores como la infraestructura o en un diseñador capaz de producir una innovación en la salud. La oportunidad está en el cruce de los sectores mas tradicionales con las Industrias Creativas. Es importante identificar los talentos, para generar valor económico y diferenciarse en productos, que hagan de Rosario una ciudad única, tanto para atraer inversión como para exportar.

¿Qué sectores conforman la economía naranja? Incluye áreas muy variadas, tales como museos, arquitectura, artes, teatro, festivales, diseño, cine, música, artesanías, literatura, publicidad, marketing, moda y diseño, pero también nos referimos al desarrollo de software y de videojuegos.

Según el SINCA (Sistema de Información Cultural Argentino), las actividades creativas representarían una porción significativa de la economía argentina. En términos de empleo, las actividades culturales generaron casi 310 mil puestos de trabajo en 2017, es decir, el 1,5% del total de la economía. El sector audiovisual fue el principal creador de empleo, con más de 100 mil puestos laborales generados, mientras que Publicidad y Diseño generaron 48,6 y 47,5 mil puestos respectivamente.

La Economía naranja se presenta como una actividad de un gran potencial en crecimiento, a la vez que se destaca por la generación de empleo y su contribución a las exportaciones mundiales. Pero la importancia de esta economía no reside únicamente en lo económico, ya que la cultura es un bien público que enriquece a la sociedad en su conjunto.

Nuestra región tiene la oportunidad de enfrentarse al reto de innovar, situándonos como actores principales dentro de la Economía Creativa. Es en este contexto, que desde el Instituto de Políticas Socioculturales de ACEP, nos interesamos por la Economía Naranja, visibilizando las aceleradoras de negocios, el coworking (trabajos colaborativos), los laboratorios de ideas, y los gobiernos y universidades que están apostando a la formación y al desarrollo del ecosistema creativo.

*BIO: Abogada, Magister en gestión de empresas de industrias creativas y cultura; experta en Economía Naranja y Gestora Cultural. Directora del Instituto de Políticas Socioculturales de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) partner en Argentina de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania)