Con la presencia del Rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Héctor Floriani, y el docente-investigador, coordinador del encuentro y director del proyecto a nivel local, Rubén Piacentini, junto a invitados extranjeros y autoridades de la Municipalidad de Rosario, dio inició la reunión que busca reflexionar sobre la situación actual de la agroecología. El encuentro estuvo organizado por la UNR, la Municipalidad de Rosario y el CONICET, junto a distintas organizaciones que trabajan en la temática.

Rosario es pionera en el desarrollo de huertas urbanas y por esa razón los investigadores europeos vinieron a conocer en profundidad la forma de implementación de esta metodología de cultivo en nuestra ciudad. Participaron del panel de apertura en representación de la municipalidad el Secretario de Economía Social, José Gianelloni, el Secretario de Producción, Empleo e Innovación, Germán Giró y el Director General de Relaciones Internacionales, Héctor Barrios.

El panel se completó con los investigadores extranjeros y responsables del proyecto a nivel internacional Chiara Tornaghi (Universidad de Coventry, Reino Unido) y Michiel Dehaene (Universidad de Ghent, Bélgica).

La experiencia rosarina

“Es muy importante para nosotros ser sede de este encuentro. Uno de los objetivos principales de la gestión municipal es la sustentabilidad y la producción sustentable”, comenzó diciendo el Secretario de Economía Social. La red construida en distintos puntos de la ciudad hoy es observada y estudiada en distintas partes del mundo por su importancia como modelo productivo y de políticas de inclusión social. “Hoy Rosario tiene más de 30 hectáreas de parques-huerta públicos donde se producen de manera agroecológica brindando trabajo a muchas familias”, destacó Gianelloni.

A su turno, el secretario Giró destacó que el gran desafío es lograr que este modo de producción sustentable sea desarrollado ampliamente y que el periurbano produzca de un modo sustentable. “Buscamos lograr que esa producción se pueda distribuir llegando a los consumidores y generando una cadena de valor que permita vivir dignamente a los productores y a cada uno de los participantes del proceso, logrando la seguridad alimentaria que todos conocemos y esperamos”, remarcó.

La visión del Rector

El Rector Floriani dio la bienvenida a los participantes destacando la relación entre la UNR y la Municipalidad. “Tenemos en esta comunidad territorial una relación muy fructífera de unos 35 años entre nuestra Universidad, la municipalidad de Rosario y otras de la región que va más allá de lo coyuntural” destacó. En relación al tema convocante remarcó la existencia de políticas municipales vinculadas a esta problemática, fruto de un aporte del campo del saber y de la vocación de los administradores locales para el mejoramiento de las políticas públicas locales y regionales.

Situación europea

Consultada por la situación en el Reino Unido, Chiara Tornaghi indicó que como resultado de la próxima salida de la Comunidad Europea, Gran Bretaña tiene que reelaborar cuarenta años de políticas en el tema, incluyendo cuestiones ambientales y de agricultura. Muchas universidades, organizaciones y movimientos sociales están tratando de construir visiones para el futuro. “Venimos a Rosario para alimentar esas visiones y esperamos que Rosario vaya a Londres en septiembre. Estamos viendo cómo la tierra, la cual está protegida por legislaciones vigentes, puede ser manejada de manera más productiva y sostenible”, indicó.

Bélgica tiene grandes extensiones de tierras productivas, las cuales han sostenido a las poblaciones. Pero durante los últimos cincuenta años ha habido un consumo de esas tierras para desarrollos. “Bruselas tiene un área periurbana que es apropiada para cultivo de verduras pero los granjeros se han ido” comentó Michiel Dehaene. “El proyecto, entonces, es traer nuevas prácticas de cultivo a un área que históricamente tuvo agricultura pero la ha perdido”, destacó.

Importancia del encuentro

Ruben Piacentini (UNR-CONICET) expresó que “los europeos pidieron venir a Rosario porque la experiencia de agricultura urbana y periurbana aquí es muy importante a nivel mundial, incluso reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura”. El docente-investigador indicó que aquí se hace agricultura urbana y periurbana pero en la mayoría de los casos, trasladando la agricultura tradicional a la ciudad, usando tractores, electricidad, etc. El próximo paso es pasar a la sustentabilidad, cambiando las fuentes energéticas convencionales a fuentes renovables, usando más energías solar, geotérmica, eólica o biocombustibles. En este último caso, el biocombustible puede fabricarse en el mismo campo utilizando aceite usado para biodiesel o biogás proveniente de la fermentación de residuos.

Los aspectos económicos y sociales también se trataron en los tres días del encuentro. Produciendo en o más cerca de la ciudad, los productos son más frescos lo cual habilitaría a los productores a recibir un precio más justo.

“Es clave incorporar en el diseño de las ciudad a la agroecología”, enfatizó Piacentini. Este punto se relaciona con el precio de los productos que están sujetos a condiciones meteorológicas. Un temporal en la zona de cultivo del tomate, por ejemplo, puede disparar los precios, algo que no ocurriría si este u otro producto se cultivara de manera local.

La soberanía alimentaria también depende del cultivo local. “Cuando en Noruega hubo una erupción volcánica no había vuelos y entonces distintos países se dieron cuenta de que sus reservas alimentarias eran para unos pocos días”, comentó el investigador.

 

El encuentro concluyó el viernes por la tarde. Durante el día sábado los invitados recorrieron zonas de la ciudad y alrededores dedicadas a la agroecología. Los asistentes extranjeros provienen de Gran Bretaña, Bélgica, Holanda, Letonia y Brasil y el proyecto cuenta con el apoyo de la Comunidad Económica Europea.

 

Claudio Pairoba es miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.