El texto en mi casilla de correo es novedoso. Tiene su 'touch´ inspirado aunque da vueltas con el lenguaje neutro de los autotraductores. Puede haber sido escrito en cualquier lugar del mundo, no importa eso. En el idioma que sea hay un guiño común: la fantasía de ser millonario de la noche a la mañana sin merecerlo ni sudar una gota de esfuerzo, como lo que promete la lotería, el casino o el rezo milagroso por una herencia desconocida y lejana.

Esta semana con el remitente del "abogado Ahmed Oma" envió un mail "exclusivo” a mi casilla de correo. Si bien la fecha de ingreso fue el martes 13, día cargado de simbología supersticiosa,  las ganas de “vivir de arriba” pueden contra cualquier cuento. Y ahí nos metimos la codicia y yo, espalda con espalda, para abrir un camino contra la incertidumbre de la crisis y la inflación. Que la verdad no se entrometa en medio del sueño argentino: salvarse.

Barrister Ahmed B Oma (desde el correo omabongo@gmail.com) envía a la casilla personal un texto donde gentilmente ofrece diez millones de dólares por un “trato ultrasecreto” por errores en un enredado proceso contable.

El texto completo tiene la riqueza de las mejores líneas bíblicas: instrucciones para que un harapiento logre poseer un paraíso en la palma de la mano en un abrir y cerrar de ojos.

“Estimado amigo, soy el abogado Ahmed Oma, el actual presidente del panel de revisión de pagos de contratos con la compañía petrolera Shell Togo, me estoy comunicando con usted con respecto a la relación comercial que requería una transferencia del contrato sobre el monto de la factura de $ 10.5 millones a su cuenta bancaria. Este fondo se genera a través de la factura del contrato adjudicado a través de mi oficina al contratista más extranjero en el año 2018 y 2019, a todo el contratista se le ha pagado el monto de la factura anterior, que aún está flotando en nuestra cuenta de tesorería en el extranjero a la espera de ser transferido al contratista extranjero a quien presentaré como beneficiario. Con mi puesto en la empresa fantasma, no se me permite tener un fondo tan grande bajo mi custodia debido al código de funcionario público aquí en mi país”.

La explicación técnica es confusa. El supuesto funcionario está metido en un lío y necesita que alguien lo salve de ese error. Los turros en cualquier lugar del mundo necesitan de un compinche del mismo tono. Y ahí voy, turreando el martes 13. 

“Mi intención de comunicarme con usted es que se presente como beneficiario / contratista extranjero para facilitar el proceso y la transferencia de este fondo a su cuenta bancaria. Esto es altamente confidencial y ultrasecreto, luego de su respuesta discutiremos más sobre el problema del porcentaje. Tenga en cuenta que se han implementado todos los arreglos para la transferencia exitosa de este fondo, estaré esperando su respuesta urgente si el trato le interesa y, por favor, no divulgue esto si no es capaz de manejarlo. Atentamente, Ahmed Oma Esq”

El remitente ofrece por mail ser socio, el engranaje de un desvío de fondos millonarios. Desde un país pobre con empresas petroleras donde funcionarios públicos se meten en tajadas de sus negocios. "Por suerte es una delegación y Togo queda lejos", pienso.  

Dispuesto a dar el paso al milagro ingreso a google para intentar dar fisonómicamente con el “barrister” Ahmed Oma, el generoso mecenas y compinche. Por ansiedad profesional tipeo nombre apellido y aparece un compilado de textos que desmoronan el sueño millonario como aquellas olas de mar toguense a los castillos de arenas en sus hermosas playas.

Desde 2008 hay registros de engaños y estafas a ciudadanos de países de África. Un texto de investigación de un portal de noticias desilusiona a este cronista y a la sazón herramienta necesaria de la fuga de 10 millones de dólares.

Según el texto el procedimiento de Ahmed es una estafa. Una promesa que tiene como finalidad sacar dinero (la comisión de la operación) de la cuenta bancaria del “pescado” que cae en la red.

La investigación es del año 2008 pero el esquema sobrevivió a pesar de las denuncias. Pienso en Ponzi y su esquema que se revitaliza de vez en cuando: ¿un nuevo Telar de los Sueños, hermanas sororas en busca de dólares auto reproducibles?

“La tentación por el dinero fácil no sólo forma parte de nuestra vida cotidiana en la calle, en el día a día, sino que es una profesión que, al parecer, cada vez se adapta mejor al avance de nuevas tecnologías y está cada vez más fuerte en la red. Entre las estafas virtuales hay de todo y para todo el mundo”, dice el texto periodístico en una intro que empalidece los sueños flotantes de un harapiento tercermundista.

“La estafa consiste en un fraude en que el estafador obtiene dinero de la víctima por concepto de adelanto a cuenta de una supuesta cantidad millonaria de dinero que se le ha prometido. Este fraude está hoy especialmente extendido a través del correo electrónico, generalmente de diferentes argumentos, una cuenta bancaria abandonada, un contrato de obra pública, o simplemente de una gigantesca fortuna que alguien desea hacer un donativo de caridad antes de morir, la excusa de la lotería millonaria que la víctima ha ganado es la más común de todas”.

Oma remite a una identidad africana donde desde hace más de una década aparecen maniobras similares:  Nigeria, Sierra Leona, Costa de Marfil, Ghana, Togo, Benín y Sudáfrica generalmente estos estafadores provenientes del África Occidental y se han establecido además en diversas ciudades europeas (especialmente Ámsterdam, Londres y Madrid, entre otras), como también en Dubai (Emiratos Árabes Unidos) con oficinas, números de fax y teléfonos celulares y a veces sitios fraudulentos en Internet. En países pobres y sedientos un espejismo de un mar inexistente. ¿Somos eso? Volveremos a comprar espejitos de colores.

“A medida que prosiga el intercambio, pronto se le pedirá que envíe el dinero de su magra comisión: dos mil dólares por recibir 10 millones es un anzuelo muy tentador. En cualquier caso, la transferencia nunca llega, pues los millones jamás han existido”, sugiere la investigación del 2008.

"Si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea. Ese es el mejor consejo que puedo dar", me dice un asesor jurídico especialista en actividades comerciales.

Sin embargo esta semana se anotaron 56 listas con candidatos a concejales en la ciudad de Rosario: son mil quinientos rosarinos dispuestos a encontrar a su Ahmed en la próxima elección. Salvarse en tiempos de crisis, encontrar una tabla donde posar en medio de un mar interminable para llegar a la costa. Qué lástima que mi Ahmed haya sido una ilusión. Otro espejismo de este tiempo árido.