El trabajo de Clide Tello aborda al teatro rosarino en el período comprendido entre los años 1900 y 1959 y propone un recorrido que da cuenta de la conformación del campo teatral de la ciudad a partir del análisis de las sucesivas etapas de la dramaturgia, las puestas en escena, las tendencias estéticas, la recepción del público y la crítica periodística local. Con este trabajo Editora UNR, la editorial de la Universidad Nacional de Rosario, inaugura la Colección Actio: Teatro/Teoría/Escena.

Para conocer el principio de esta historia, tenemos que retroceder en el tiempo más de 120 años. “Sobre finales del siglo XIX se habían creado los primeros teatros de la ciudad como por ejemplo el Teatro La Comedia que este año cumplió 127 años de su fundación. Otro caso es Teatro Colón que estaba ubicado en Corrientes al 400 y fue demolido sobre fines de la década del 50", explicó Clide en diálogo con Rosario3.

Clide Tello con su libro sobre la historia del teatro rosarino

"El Teatro La Ópera, actualmente El Círculo, o el Teatro Odeón que es el actual Astengo. Hubo muchos agentes y mediadores que contribuyeron a la conformación del campo teatral. En esa época el Teatro era un encuentro social, no había cine y las salas se llenaban”, afirmó la autora de esta publicación.

“En esta primera etapa existía una gran circulación de elencos extranjeros. Los empresarios de la época se interesaron en traer compañías europeas. Estos grupos traían obras clásicas y también contemporáneas e introdujeron al país el teatro de la modernidad de ese momento", destacó Tello.

Y luego agregó: "Por ejemplo las compañías españolas traían el sainete y la zarzuela. Sumado a estos las compañías nacionales, como la de los hermanos Podestá, empezaron a influenciar a los dramaturgos locales. Tal es el caso de Florencio Sánchez que en 1902 estrena Canillitas”. 

La búsqueda de una identidad propia en el teatro rosarino marcó la segunda etapa de esta historia. “A los dramaturgos existentes hay que sumar también la aparición del teatro independiente en la década del 40 y los círculos filodramáticos obreros que existieron hasta entrada la década del 60. El teatro independiente fue contestatario a las corrientes anteriores que según ellos se había contaminado y se había vuelto comercial. El teatro independiente tuvo una fuerza ideológica y de grupo pero las puestas en escena no eran obras de autores rosarinos porque todavía no los tenían”.

“Tengo un relevamiento hecho, sin continuidad, hasta los 80. Tengo escritos suelto sobre ese periodo, como por ejemplo la formación del Grupo Arteón, pero no está escrito en formato libro. Lo último que tengo analizado son los 20 años del Teatro La Morada”, comentó.

Clide escribió una primera parte de la historia del teatro de nuestra ciudad esperando que alguien tome la posta para escribir la continuidad de este relato.