El tango se convirtió en el nuevo objetivo del movimiento feminista, que presentó un proyecto para erradicar situaciones de violencia de género en las milongas.

Se trata de un protocolo para prevenir y resolver cómo actuar en casos de violencia de género en una milonga, que fue elaborado por el Movimiento Feminista del Tango.

La iniciativa comenzó el 3 de junio de 2018, cuando un grupo de bailarinas, profesoras, milongueras, músicas, cantantes y organizadoras participaron de una marcha en contra del machismo dentro dentro de este género y la iniciativa fue tomando fuerza. En marzo se organizó el primer festival internacional feminista Tango Hembra y finalmente este domingo presentaron su primer protocolo.

“Nos sentíamos incómodas con cosas que pasan en el ambiente, porque el tango es particularmente machista. No sólo por las letras sino por el baile, que dirige el varón. El varón es quien marca dónde tenés que pisar y moverte, y la habilidad de la mujer se reduce a seguir bien al varón”, explicó Ana Zeliz en diálogo con el diario Clarín.

Entre las milongueras que se sentaron a escribir este documento figuran Mónica Ogando, Natalia Giacchino, Soraya Rizzardini González y Natalia Terán, quienes aseguraron que el objetivo de este proyecto es ayudar a resolver las situaciones de violencia que se producen dentro de este tipo de bailes.

“Es un ámbito que facilita que estas cosas ocurran, pero no podemos permitir que sigan. Por eso escribimos el protocolo, para entregárselo a quienes organizan las milongas y sepan de qué manera actuar ante una situación de violencia”, agregó Zeliz.

El procolo fue concebido como una guía de propuestas, una carta de advertencia y prevención, una transcripción de consejos desde una óptica feminista para acompañar la transformación cultural de las milongas y del tango.

Zeliz definió al tango como "machista". Su deseo es que el baile deje de ser una doctrina coordinada por el hombre y se convierta en un diálogo con equivalencias. La propuesta no asume un carácter transformador, sino reivindicador del cambio de paradigma. Dijo la socióloga: "La milonga ya está cambiando porque la sociedad está cambiando. El protocolo no es una directiva rígida: viene a dar sugerencias y pautas a seguir para que esta transformación cultural fluya mejor. El protocolo no viene a modificar nada, sólo quiere ayudar y acompañar un cambio que ya se está dando en algunas milongas".

"Hacemos sugerencias sobre cómo actuar ante situación de violencia, recomendamos que lo primero es creerle a la persona que se está sincerando y que la persona que haya cometido el episodio sea quien se retire del salón y no la mujer que se sintió incómoda. Apunta hacia un tango más inclusivo, en el que todas las personas puedan sentirse confortables, en el que no se fomenten los roles activos y pasivos, donde no haya rigidez. Lo que proponemos es una milonga más moderna", sintetizó Zeliz.