Lucas "Kaká" Caballero ganó reconocimiento hace ya más de 10 años gracias al grupo de cumbia de los "Wachiturros", junto al cual conquistó las pantallas y las discotecas de Argentina cuando era solo un adolescente.

Pero al cabo de un par de años la fama se terminó y, escándalos mediante, el grupo finalmente se disolvió. Cada uno de los integrantes siguió con su vida, y Caballero recordó su historia y consideró: "Nosotros tuvimos fama de verdad".

En el programa Nosotros a la mañana (El Trece), el excumbiero afirmó que los Wachiturros marcaron "un antes y un después en el mundo de la música tropical" y argumentó: "Vos fijate que todas las bandas que salieron ahora hacen lo que hacíamos nosotros: remix".

"Kaká" Caballero encontró una nueva motivación para vivir gracias a su acercamiento a la Iglesia.

Repasando otros aspectos de su vida, Caballero contó que sufrió bullying durante su infancia. "Somos seres humanos de carne y hueso, tenemos emociones. Pasamos por cosas buenas y por cosas malas. Esas cosas malas yo las tenía en mi corazón y no encontraba con qué desahogarme", admitió.

A pesar de dar el salto a la fama, el joven reconoció que no logró "encontrarle sentido a la vida y a las cosas que hacía", situación que se vio agravada por su lucha contra las adicciones y sus ganas de abandonarlo todo. "Llegué a tocar fondo", se sinceró.

"No le encontraba sentido a la vida ni a todo lo que hacía: El día que fuimos a lo de Susana Giménez hicimos el pico de rating más alto, superando a Justin Bieber. Llegué a mi casa y me puse a llorar", reveló, visiblemente emocionado.

Su acercamiento a la Iglesia

El joven aseguró que lo que lo ayudó a encontrar un nuevo rumbo en su vida fue la religión. "Un muchacho me empieza a hablar de Dios, «Jesús te ama», me decían, pero yo les preguntaba dónde estaba Dios cuando yo pasé necesidades. Yo estaba resentido, dolido con ese mundo en el cual hoy en día me encuentro", señaló.

Fue su mamá quien lo convenció de finalmente acercarse a la Iglesia. "El día que fui estaba el Pastor predicando y, con todo lo que decía, yo sentía que estaba contando mi historia", destacó. 

"Si hay algo que me encanta de Dios es que no nos obliga a nada. Le dije a Dios: «Si vos existís y sos real, yo necesito un cambio en mi vida». Lo probé, hice una oración de fe, me guiaron y a partir de ahí, fue un cambio rotundo. Cuando uno se atreve a probar a Dios, es un experto en cerrarle la boca a cualquiera", expresó Caballero.

Luego cerró: "Yo lo probé, y lo vivo. No me la contó nadie a mí, y a través de eso trato de dejarle un mensaje a los jóvenes de esta generación de tomar buenas decisiones e ir por sus sueños. Encontré paz interior y empecé a tomar otro tipo de decisiones".