La muerte de Justina Lo Cane, la chica de 12 años que esperaba desde hacía meses un trasplante de corazón internada en la Fundación Favaloro, generó una fuerte reacción del humorista rosarino Migue Granados.

“En una de las últimas fotos de Justina internada vemos un montón de estampitas en su cuarto. Ni Dios, ni Jesús ni María la salvaron. Dejemos de rezarle a estos putos de mentira y donemos los órganos. Adiós”, escribió en Twitter el hijo de Pablo Granados.

Luego, ante las reacciones, explicó que esa afirmación refleja su “estado de calentura e impotencia por un niño que muere”. Y también “la bronca de que todos los casos que ameritan cadena de oración siempre terminan mal. Yo ya recé y ya perdí a los rezados”.