El empresario Carlos Rottemberg afirmó en Radio 2 que el teatro vive en Mar del Plata una temporada “atípica” en la que la venta de entradas crece, a contramano de lo que ocurre con otros consumos y con el porcentaje de visitantes en la ciudad balnearia. Con 49 años como empresario teatral y 46 temporadas en La Feliz, el productor confió que la decisión de optar por “precios amigables” para las localidades fue decisiva.

En diálogo con De boca en boba, Rottemberg también se refirió al presente de la Argentina y aseguró: “La preocupación y la incertidumbre nos invaden a todos”.

“Siempre decimos que el teatro es un buen termómetro del bolsillo de la clase media. Con entradas devaluadas, (la afluencia a las salas) está un 30 por ciento arriba, en relación con otros servicios”, aseveró el entrevistado.

Rottemberg explicó que la decisión tomada el último octubre de “congelar” los valores de las localidades con “precios amigables, perforando la inflación para abajo, para celebrar los 150 años de Mar del Plata” repercutió en la afluencia.

Aunque, aclaró: “Hoy hacés teatro en Mar del Plata por el valor de un kilo de helado, algo que no pasa en ningún otro lugar del mundo”.

Con valores por debajo de los 12 mil pesos, se rompe la relación que establece que el ticket para un espectáculo “debe costar 15 cafés”. Desde ese lugar es que el empresario califica la temporada como “atípica”.

“La diferencia está en nosotros trabajamos con materia prima humana, no mercadería. Por eso lo pudimos hacer. Todos tomaron la idea”, siguió.

Consultado sobre el presente de Argentina y sus expectativas respecto de la gestión de Javier Milei, Rotemberg afirmó: “La preocupación y la incertidumbre nos invaden a todos. A quien diga que tiene la vaca atada sobre qué va a pasar con estas medidas, en un país que viene golpeado hace rato, no le creo, no lo sé”.

"Me parece que los extremos nunca sirven para nada, ni en la relación con mis hijos. Argumentar, coincidir, sumar debería ser el rumbo para todo en la vida. Gobernar un país es conciliar por el bien común. La pregunta es: ¿qué es el bien común?”.

Sobre si el público, en estos contextos, se vuelca más el humor, Rottemberg indicó que hubo “un quiebre en los '90” que se mantiene: “El humor, lo lleva el teatro comercial. El teatro con mayor contenido es el público. Y el teatro más contestatario lo lleva el circuito independiente. Está mucho más segmentado que antes”.