El 2019 definitivamente es un año electoral. No sólo por los comicios nacionales y locales sino también porque también se elegirán las autoridades en la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Y el escenario está muy abierto de cara a la asamblea que sesionará dentro de dos meses. Hoy el tablero de candidatos tiene al actual rector con intenciones de reelección, un grupo de decanos que se separó de la actual gestión y ya tiene candidato, el socialismo que sacó de la galera a una figura con antecedentes en el ámbito universitario y buscará dar pelea, y la izquierda con cada vez tiene mayor presencia. Encima hay un grado importante de fragmentación de las diferentes opciones en cada una de las facultades. Durante los primeros días de abril se elegirán representantes de los cuatro claustros quienes deberán votar la futura conducción.

De 3 al 12 de abril docentes, estudiantes, graduados y no docentes elegirán a sus representantes. Entre la última semana del próximo mes y la primera de mayo se ungirán a los decanos de las doce facultades y, según estatuto, el tercer martes de mayo deberá convocarse la Asamblea Universitaria para nombrar las nuevas autoridades.

La Asamblea está constituida por 276 miembros: 36 integrantes del Consejo Superior más los 12 que conforman los Consejos Directivos de las doce facultades. Son en total 132 asambleístas representantes de los docentes, 104 estudiantes, 14 graduados, 14 no docentes y los 12 decanos.

Antes de la votación para el Rectorado primero habrá que ver cómo queda el mapa en los cuatro claustros. Y esta semana es clave ya que cierran las presentaciones de las listas de los docentes.

“La universidad está partida y fragmentada”, describió con crudeza a Rosario3.com uno de los actuales decanos el escenario de representación política y partidaria de cara al calendario electoral que se viene. Es más hay facultades donde todavía no está claro el panorama sobre quienes podrán conducirlas como en Ciencias Agrarias y Veterinarias. En Psicología tampoco hay un horizonte definido y podrían llegar a presentarse hasta al menos cinco listas de candidatos para elegir a consejeros docentes. En Derecho se abrió una interna en el oficialismo dentro del mismo claustro. Ciencias Médicas también tiene un tablero de difícil resolución. Y son sólo algunos ejemplos.

Más allá de este escenario, la carrera por el Rectorado ya se largó y cada uno de los candidatos comenzó su derrotero para buscar adhesiones que deberán traducirse en votos en la próxima Asamblea.

El rector Héctor Floriani ya desde el año pasado está lanzado para renovar. Y se ha puesto a trabajar en búsqueda de apoyos. Contaría con el apoyo del decano de Arquitectura, de la oposición que se abrió en el oficialismo en Derecho, el oficialismo en Ciencias Económicas y de sectores de las unidades académicas ubicadas fuera de Rosario, entre otros.

La gran apuesta de Floriani es conseguir que lo voten los no docentes. Es así como la semana pasada firmó un acuerdo con el gremio Apur para ir incorporando 106 agentes a planta permanente. Este sector tiene poca representación en números, pero pueden ser decisivos para la votación final. Siempre votan a ganador. Un dato: hubo ruidos dentro de la conducción del gremio en los últimos tiempo pero no afectarían para fijar una posición común que se sabrá poco antes de la Asamblea.

Es una realidad que se ha roto el acuerdo que permitió la elección de Floriani hace cuatro años entre radicales, kirchneristas, independientes y otros sectores. Incluso hubo remociones en el gabinete producto de esa interna. Es que hay un grupo de decanos que apoyaron la gestión y ahora no quiere la reelección del arquitecto. Ayer hicieron una demostración de fuerza con una convocatoria en el Sindicato de Empleados de Comercio. Confluyen el decano de Ciencia Política, Franco Bartolacci, quien es el elegido para competir con el actual rector, el decano de Humanidades (José Goity), el de Agrarias (Guillermo Montero), la vicedecana de Arquitectura (Ana Valderrama) y otros referentes de diferentes casas de estudio.

Frente a este cuadro de división en la coalición gobernante, el socialismo intenta rearmarse y colar a una candidata propia para el sillón principal de Córdoba e Italia. Se trata de la actual ministra de Educación provincial, Claudia Balagué. Con la figura de la ex decana de Bioquímicas como anzuelo, los socialistas empezaron a juntar su propia tropa disgregada por divisiones internas y a sumar voluntades. El futuro dirá si llegan a la Asamblea.

Otro sector que también competirá y muy difícilmente ceda sus votos es la izquierda con sus diferentes variantes y matices. El Alde está muy fuerte en Medicina y Psicología y podría llegar a poner a los decanos. Eso le da fuerza a este sector para ir con candidato propio a la Asamblea.

Hoy, el tablero político está muy abierto y ninguno puede decir que tiene los votos asegurados para cantar victoria. Por eso la peregrinación de los candidatos es permanente por las facultades. A Odontología, por ejemplo, ya fueron casi todos. Es que allí domina el GIO que hasta ahora conversó con cada uno y no se definió por ninguno. Serían unas 22 voluntades que ante un escenario de paridad pueden ser definitorios.