Con la consigna "Contra el narcotráfico, plantate" y "Despenalización ya, por una nueva ley de drogas", un nutrigo grupo de rosarinos marchó este sábado a la tarde para reclamar la despenalización del cultivo de cannabis para consumo personal y la reglamentación de su uso medicinal. 

La convocatoria fue en la plaza San Martín, donde hubo bandas de música y radio en vivo. Desde ahí, a las 18.20 marcharon hacia el Monumento por las calles del centro, incluso por la peatonal Córdoba. Fueron unas tres cuadras de manifestantes.

La jornada se dio en el marco de la XII Marcha Mundial de la Marihuana, que se realiza en países de todo el mundo. Sólo en Argentina, hubo actos en 20 ciudades. 

El fin de las detenciones de usuarios y cultivadores de marihuana y la completa implementación de la ley de cannabis medicinal, sancionada en marzo del año pasado, también fue el eje de la movilización en Buenos Aires, desde la Plaza de Mayo al Congreso.

"Peleamos todavía porque el Estado nos permita cultivar en nuestras casas sin tener miedo a ir presos. Para la ley, la mamá que tiene una planta para hacer la medicina de su hijo es igual a un narcotraficante que tiene cantidades para vender", dijo a Télam Yanina Soto, integrante de Mamá Cultiva, organización que agrupa a familias de chicos con epilepsia refractaria y otras enfermedades.

La Ley de Cannabis Medicinal aprobada en marzo de 2017 por el Congreso nacional no autoriza el cultivo domiciliario y, aunque fue reglamentada por el Ejecutivo en septiembre, ninguno de los organismos públicos autorizados a investigar sobre los usos terapéuticos de la planta comenzaron a cultivar.

Yanina Soto es mamá de Daniela, una nena de 14 años con epilepsia refractaria y retraso madurativo que hace un año y medio acompaña su tratamiento médico convencional con aceite de cannabis.

"Pasó de tener cinco o seis crisis (convulsiones) por día a tener una o dos por mes. Su desarrollo madurativo fue mayor y mejoró su rendimiento en el colegio. Eso lo vieron los médicos que siguen su caso y que hoy avalan el tratamiento con cannabis, se interesan por saber qué cepas toma, qué cantidades y cómo evoluciona", contó Yanina.

Aunque agregó: "Nos cuesta que entiendan que para nosotros esto no es un negocio, es calidad de vida y el derecho de mi hija a su salud. No tenemos tiempo de esperar que el Estado regule, permita el autocultivo y empiece a experimentar. Si esperamos, los chicos se siguen degradando". 

Para Yanina, el principal obstáculo para la despenalización es "el negocio farmacológico. Nuestros chicos toman medicinas que cuestan fortunas: si reducimos ese consumo, los laboratorios van a ser los perjudicados". 

Ademés de Rosario y Buenos Aires, hubo, según informó Página12, movilizaciones en Bahía Blanca, Bariloche, Córdoba, El Bolsón, Esquel, La Plata, Mar del Plata, Mendoza, Necochea, Neuquén, Olavarría, Paraná, Resistencia,, Salta, San Juan, San Nicolás, Santa Fe, Santa Rosa, Tandil, San Miguel de Tucumán y Villa General Belgrano.