Un verdadero terremoto se generó en la Justicia federal luego de que la viuda de Daniel Muñoz, Carolina Pochetti, dijera que el ex secretario privado de Néstor Kirchner le pagó un soborno al juez federal Luis Rodríguez a cambio de que lo beneficiara en una causa.

Según publico La Nación, Pochetti detalló ante el fiscal Carlos Stornelli que su marido desembolsó una cifra millonaria en dólares para que el juez Rodríguez lo favoreciera en un expediente, indicaron las fuentes. El juez Claudio Bonadio ya aceptó ese testimonio dentro del expediente de los cuadernos de las coimas. Para la investigación, Muñoz era el hombre que recibía los bolsos cargados de dinero por orden de los Kirchner.

Desde el entorno de Rodríguez, sostuvo La Nación, negaron la acusación de Pochetti y consideraron que se trata de una denuncia "informal". Dijeron además que el juez no fue notificado por ninguna vía sobre posibles medidas que lo involucren. 

El juez Rodríguez benefició al matrimonio Muñoz en dos expedientes. En primer lugar, en julio de 2015, los sobreseyó en la causa que investigaba los dichos de la ex secretaria privada de Kirchner, Miriam Quiroga, que aseguró haber visto que su colega trasladaba bolsos con dinero para su jefe.

Pero Rodríguez volvió a intervenir en otra causa después de que se revelara que el ex secretario privado aparecía en los Panama Papers y también favoreció a los imputados con decisiones clave. A pesar de los reiterados pedidos del fiscal Stornelli para detenerla, el juez aceptó un pedido de eximición de prisión presentado por la defensa de Pochetti. 

La Cámara Federal desplazó en octubre al juez Rodríguez de esa causa al considerar que había beneficiado a los Muñoz en reiteradas ocasiones. Los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia recordaron, además, que Rodríguez se había opuesto a los pedidos de Stornelli de congelar las cuentas bancarias en Estados Unidos, aún cuando había evidencias de que se estaban moviendo los fondos, con el riesgo de que desaparecieran.

Al revocar esa decisión, la Cámara Federal despejó el camino para que Pochetti y otros miembros del entorno de Muñoz fueran detenidos por el juez Bonadio en los cuadernos de las coimas. Muchos de ellos se transformaron en arrepentidos y confesaron las maniobras realizadas para ocultar los fondos mientras permanecían en libertad.