El empresario farmacéutico Ibar Esteban Pérez Corradi fue condenado este martes a siete años de prisión por traficar, entre 2004 y 2008, unos 1.900 kilos de efedrina.

La droga era utilizada como precursor químico para elaborar drogas sintéticas por narcos criminales, según se determinó en la causa.

Perez Corradi (41) negó más temprano haber vendido efedrina a grupos narcos para que elaboraran estupefacientes y admitió que comercializó esa sustancia en negro pero para la confección de sustancias en ese momento lícitas, al pronunciar sus "últimas palabras" ante el Tribunal Oral Federal 8.

En la última audiencia del juicio que se llevó a cabo en los tribunales federales de Comodoro Py 2002, el acusado empleó unos minutos para reiterar su inocencia. Según informó su defensor, Juan José Ribelli, "siguió sosteniendo lo mismo que a lo largo del juicio: que hay que remontarse a antes del 2008, cuando la efedrina no era una sustancia prohibida sino legal. Además, si bien admitió que es cierto que la comercializó en negro, no lo hizo para que se confeccionen estupefacientes".

Pérez Corradi, detenido desde febrero de 2016 cuando fue capturado en Paraguay, era sindicado como autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez –por el que fueron condenados Víctor Schillaci y los hermanos Martín y Christian Lanatta– pero en diciembre de ese año se le dictó falta de mérito.

No obstante, el empresario farmacéutico sí admitió ante la jueza María Romilda Servini que traficaba efedrina, operatoria que describió con algún detalle y nombrando a varios funcionarios del anterior gobierno nacional.

Así como en su primera declaración nombró al ex jefe de gabinete Aníbal Fernández asegurando que el asesinado Sebastián Forza se lo había identificado como "La Morsa", en la declaración de la fecha nombró en reiteradas oportunidades al ex jefe de la Afip Ricardo Echegaray, responsable a su vez de la Aduana, cuyo control se eludió para el ingreso de la droga al país.

Pérez Corradi fue acusado de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, cometido en el año 2008 contra Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina por disputarle el negocio de la efedrina, un precursor químico que se usa para fabricar drogas sintéticas.

El producto se importaba desde China y la India en cantidades superiores a las necesidades de la industria farmacéutica local de modo de poder exportar el excedente a México, donde era adquirido por carteles elaboradores de la droga, negocio en el cual admitió participar.