En la noche de cierre del 33º Encuentro de Colectividades, dos jóvenes chocaron en Salta y Ovidio Lagos. Una de ellas conducía por Lagos una Fiat Toro (no una Renault Duster como cita el informe policial del momento). Se llama Fabiana Belén F. y hoy tiene 25 años. El otro era Marcelo “Ito” Seisas, iba en una motocicleta Piaggio por calle Salta y ese 13 de noviembre de 2017, murió por politraumatismos a la edad de 32 años. A más de un año de la trágica y temprana pérdida, la posibilidad de que haya habido un desperfecto en el semáforo de esa esquina cobra más y más fuerza probatoria. De fondo, subsiste un profundo gris legal que oscurece las responsabilidades.

A lo largo de estos meses, la unidad de investigación fiscal de Anibal Vescovo ordenó numerosas medidas de prueba para determinar cómo funcionaba el semáforo de ese cruce fatal. La última tendrá lugar este mismo viernes, a las 12, y consistirá en la realización de un ensayo térmico en el semáforo ubicado en Ovidio Lagos y Jujuy. Como en el que comenzó a delinearse en agosto pasado, contará con el apoyo del área de Control de Tránsito de la Municipalidad, que fiscalizará manualmente el cruce para que se puedan hacer las pruebas.

A esta altura, la falla del semáforo está camino a ser comprobada. Si se juntan los reclamos al 147, los tuits que reunió la primera fiscal de la investigación, Valeria Piazza Iglesias y los pedidos de informes a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y las declaraciones de los testigos, hay elementos.

Repasemos. La defensa ensayada por el Municipio de lo que pasó aquel día 13 de noviembre apuntó a una falla eléctrica producida por altas temperaturas. La EPE contestó con dos informes técnicos diferentes argumentando lo contrario. Es un dato más, a menos que se tenga en cuenta el peritaje electrónico que comenzó a delinearse en agosto pasado. En esa fecha, peritos oficiales y de parte (de la familia de Ito y la familia de Fabiana F.), acordaron hacer una pericia técnica en la firma Kapsch.

En la empresa aún concesionaria y con posibilidades de volver a serlo –el Concejo aprobó el pliego para un nuevo proceso de licitación para el mantenimiento de los semáforos, ahora con dos zonas, al tiempo que sancionó una prórroga del contrato con el actual concesionario por seis meses o hasta que se adjudique la nueva licitación –sacaron la caja gris que controla las esquinas de los semáforos. Removieron la que estaba colocada y funcionando el 13 de noviembre de 2017 en Salta y Lagos. Estaba cubierta por una faja propia de Kapsch (no de la Justicia), una de las partes interesadas. 

La sometieron a diferentes pruebas, entre ellas a bajas y subas de tensión y no daba ningún error. Los peritos pidieron que se sometiera a temperaturas de trabajo "lógicas de un equipo que está activo durante todo el día". En esa simulación, delante de todos, presentó el mismo desperfecto y alteración. Los tiempos del amarillo, que demoraba 40 segundos en pasar a verde. Eso consta en el acta judicial. El mismo error, con la caja aislada y sin conectar al tendido de la EPE, a la que el Municipio responsabilizó en primer término.

Sin embargo, lo que intriga de verdad es la normativa que está por encima de los potenciales incumplimientos de cualquier concesionario y en Rosario hay para discutir varios:  la conexión ilegal a la energía de los bares de la Costa o el contrato con el concesionario Adrián Osella, el apoderado de International Park, que el 10 de agosto de 2013 fue escenario de la muerte de dos nenas cuando por un desperfecto se desprendiço una taza de la rueda gigante.

Por encima de un concesionario que incumple hay un Estado ¿que controla? Según el protocolo de control y seguimiento del Sistema de Semáforos  “el acceso, visualización, programación, diagramación, etc., al sistema de información y control de semáforos se encuentra centralizado en el Centro Integrado de Operaciones (CIOR) (anteriormente el Centro de monitoreo de la movilidad) y cargo de la Secretaria de Transporte y Movilidad”.

Asimismo, de acuerdo al decreto 2493/16, “la inspección se encuentra dividida en dos Secretarías que toman a su cargo fiscalizaciones coordinadas pero de aspectos diferentes”. 

“La Secretaría de Ambiente y Espacio Público inspecciona el buen estado de conservación de las instalaciones semafóricas (columnas, pintura, reemplazo de lámparas, visores y todo lo concerniente a Obras Civiles). La Secretaría de Transporte y Movilidad inspecciona el equipo controlador, y tiene a su cargo el monitoreo on line del estado de todas las esquinas centralizadas a fin de verificar el adecuado funcionamiento del equipo controlador”, reza el decreto.

Hay dos modos de comunicarse entre las dependencias (Ambiente y Movilidad) y con la empresa en el seguimiento de reclamos y reparaciones, en este caso, Kapsch. Una es por medio de sistemas de información y la otra por medio de órdenes de servicio. Puede ser una o la otra, no necesariamente las dos juntas.  En el primer caso, ambas Secretarías se comunican con la empresa. 

En caso de que las fallas detectadas por la Secretaría de Transporte vía Centro de Monitoreo, o bien las detectadas en calle por ambas secretarías (también puede ser la de Ambiente), “o aquellas denuncias de vecinos a través de 147 o cualquier medio adicional", la norma dice que "se cargan en el Sistema único de reclamos y son notificadas en forma automática a la empresa concesionaria para su reparación con base en los protocolos y tiempos establecidos para cada tipo de falla en el pliego de concesión”. 

Por último, “el seguimiento de este proceso se hace vía sistema y vía inspección de calle. Cada área supervisa en función de su competencia. Las actuaciones están coordinadas e identificadas en sus procesos y tiempos en el sistema de seguimiento”, consigna el protocolo. 

Aquel 13 de noviembre el semáforo falló, el 147 se plagó de reclamos pero no había inspectores en la zona porque esa noche cerraba el encuentro de Colectividades, la más convocante y hermosa fiesta de la ciudad. Kapsch no reparó a tiempo e Ito murió.

Para la ley existe una cadena, un engranaje de responsabilidad pero, hasta ahora, la Justicia no requirió respuestas. Y tampoco surgieron, ni desde el Centro de Monitoreo ni desde la Secretaría de Movilidad o la de Ambiente. La próxima apertura de sobres para la licitación del sistema es el 10 de enero de 2019 a las 12. Y la misma empresa que falló, la que según el subsecretario de Gobierno Gustavo Leone "no estuvo a la altura", podría volver a presentarse.

Todos los días en la ciudad de Rosario nace una ausencia atada a la violencia o a la siniestralidad. Siempre evitables, son un punto de inflexión para las familias que se quedan y para las cuales ya no hay vuelta atrás. La falta de Marcelo, no la única ni la última, pero viene hoy a enfatizar las contradicciones que nos gobiernan.

En esa esquina donde Ito nos dejó, por diferentes causas y responsabilidades humanas, fallecieron la docente Miriam De Lorenzi cuando un auto embistió el quiosco de diarios por el que pasaba, a pocos metros Diego Luciano Torres, arrollado por el jugador de fútbol Lautaro Gómez Riaño o en 1999, Antonella Trivisonno, hoy un símbolo de la importancia de la donación de órganos gracias a su luchadora familia, con Silvia y Alejandro a la cabeza. 

El siniestro que se llevó la vida de Ito cobra una importancia fundamental. Como cada hecho de su tipo debiera enseñar teniendo en cuenta que existen causas estudiables de las cuales aprender. Por que de eso se trata, de conocer y educarnos para que no suceda otra vez a otras personas. Algo que se vuelve complicado cuando las autoridades no se sinceran, no asumen ni expresan todo lo que tienen para decir.