Un hombre de 31 años fue condenado a prisión perpetua por haber violado y matado a una nena de 5 años en Córdoba. “Le tapé la boquita”, había confesado, aunque luego su defensa esgrimió “retraso madurativo”. Para la Fiscalía, y finalmente para el jurado, simuló su discapacidad.

Según publicó el diario cordobés La Voz, Mariano Cingolani fue condenado este lunes a la máxima pena por el crimen de la pequeña Luna Viera en julio pasado.

Por unanimidad, el jurado popular lo encontró culpable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y homicidio calificado por violencia de género (femicidio) criminis causa en concurso real.

Luna fue violada y asesinada el 19 de julio de 2017. La encontraron en la casa de Cingolani en la localidad de Tío Pujio, 134 kilómetros al sureste de Córdoba.

“Le tapé la boquita a la nena”, había reconocido Cingolani en la primera audiencia. Sus abogados apuntaron a una discapacidad intelectual del condenado para evitarle la cárcel y conseguirle una reclusión en una centro psiquiátrico.

La letrada Silvia Muñoz recordó que cinco peritos y dos historias clínicas (una del hospital neuropsiquiátrico de Oliva) “coincidieron en que padece una discapacidad” y que no se podía obviar este punto al pensar en la condena. Sin embargo, el fiscal de instrucción, René Bossio, insistió con nuevos estudios que, seis meses más tarde, concluyeron que el acusado sabía lo que hacía.

En esa misma línea, el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, siempre lo creyó “capaz como cualquiera” y lo acusó de fingir su estado mental para despegarse de la responsabilidad de sus actos.

“Dice o calla lo que le conviene, y eso es ser inteligente”, sostuvo el funcionario en su alegato.