Pese a ser popularmente conocida como “aburrida”, Historia es una de las carreras más elegidas por los estudiantes universitarios. Y su campo de aplicación no se limita a la labor docente, sino que hoy en día permite el desarrollo de proyectos en empresas de todo tipo.

En resumidas cuentas, Historia analiza los hechos culturales, sociales, económicos y políticos más destacados, que de cierta forma marcaron el curso de cada sociedad. No se trata de un mero registro teórico sino de comprender lo ocurrido para desarrollar una mirada global y crítica del presente. De hecho, muchos de los problemas actuales tienen origen en el pasado.

Por su formación, es habitual que la salida más evidente para estos profesionales sea la de docente. Tanto a nivel de Educación Primaria, como Secundaria o Terciaria. Pero también se puede trabajar como investigador en empresas privadas, organismos públicos, casas de arte o incluso para coleccionistas privados, según consignó Universia.

Sin embargo tal vez la salida laboral más interesante para estos profesionales provenga de las empresas de tecnología, que valoran el pensamiento crítico y global fundamental que pueden aportar estos graduados a sus industrias.

Además, los profesionales de Historia son particularmente buscados por su capacidad de análisis y de conectar hechos que aparentemente se encuentran aislados.

A esto se suma la posibilidad de desarrollar profesiones híbridas, combinando -por ejemplo- Historia con Informática para crear videojuegos sobre distintas civilizaciones o apps educativas.