Vecinos de la cuadra de Entre Ríos al 400, entre Urquiza y Tucumán, se autoevacuaron este miércoles a la tarde al escuchar un fuerte ruido y sentir olor a gas. La tensión por el escape sobre la vereda duró cerca de una hora y a las 15.50 la situación fue controlada.

La pérdida se escuchaba desde la esquina, donde Defensa Civil montó un operativo de tránsito para cortar el paso. Al lugar arribaron dos cuadrillas de Litoral gas.

Según los primeros testimonios que recogió el periodista Juan Cruz Funes (La primera de la tarde, Radio 2), los vecinos sintieron primero un ruido y después un fuerte olor gas.

Se autoevacuaron hasta la esquina y allí empezaron a reunirse mientras llegaban los primeros funcionarios públicos (de Defensa Civil y Policía) para contener la situación. La fuga también afectó el funcionamiento del Colegio San Bartolomé y el gimnasio Megatlón.

A las corridas, los comerciantes y habitantes de la cuadra se fueron alejando de la zona de la fuga, sobre  la vereda al lado de los Tribunales, que está en arreglo.

Personas mayores, en sillas de ruedas, algunas incluso que se iban vistiendo en la calle, eran parte de la tensión en la cuadra, pasadas las 15.

Desde una peluquería que está en frente del lugar del siniestro, un joven contó a Radio 2: “Un muchacho empezó a los gritos que evacuen, que evacuen, porque se rompió un caño de gas. Estábamos con las clientas y nos vinimos lo más lejos posible”.

Según narró Juan Cruz Funes, un policía salió de un edificio con un bebé en los brazos y una mujer, en principio, lo siguió atrás corriendo.

A esa hora, más de 20 personas de dos cuadrillas de la empresa que suministra el servicio trabajaban en el lugar: 

A las 15.50 la fuga fue controlada por las cuadrillas de Litoral Gas. Un vocero de Defensa Civil aseguró que la responsable fue “una empresa contratada” por el edificio lindero a Tribunales Federales.

Además, aclaró que “mientras la pérdida esté al aire libre, se ventea y no pasa nada; mientras no haya una chispa no hay riesgo, es todo por prevención”.

El funcionario dijo que tuvieron que hacer un pozo paralelo al lugar de la pérdida para poder cerrar el paso de gas. La primera consecuencia es que el edificio se quedó sin ese suministro.

También reprochó la falta de una “llave de corte” general, lo que dificulta controlar la situación, un problema que evidenció la tragedia de Salta 2141 y que sigue sin resolverse.