El diputado ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato del Partido Social Liberal (PSL), se impuso en una elección presidencial muy polarizada en Brasil. Con el 95,57 por ciento del censo escrutado, obtuvo un 47,60 por ciento de los votos válidos, mientras que Fernando Haddad, postulante del Partido de los Trabajadores, sacó un 28,37 por ciento. De esta forma, habrá segunda vuelta el 28 de octubre.

El laborista Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), se ubicó en el tercer lugar, con 12,45 por ciento, lejos de los dos más votados.

De acuerdo con la legislación electoral brasileña, los dos candidatos con más votos válidos en la primera vuelta, es decir ya descontados los blancos y los nulos, tienen que medirse en un balotaje en caso de que ningún aspirante consiga más de la mitad de los sufragios.

Datos de los comicios

Estaban convocados 147,3 millones de votantes para elegir al nuevo presidente y renovar el Congreso y los gobiernos regionales.

Además de un nuevo presidente, los brasileños eligieron a los gobernadores de los 27 estados del país, dos tercios del Senado y a los 513 diputados federales, y renovaron los legislativos regionales.

La jornada electoral, que duró nueve horas, transcurrió con normalidad y sólo tuvo algunos incidentes aislados.

Según el Ministerio de Seguridad Pública, hasta las 15 se registraron 1.183 delitos electorales, por los que fueron detenidas 260 personas, entre ellas seis candidatos que se promovían dentro de los lugares de votación.

Además del proselitismo al lado de la urna, el principal delito reprimido fue la propaganda electoral irregular.

El Tribunal Superior Electoral, por su parte, informó de que hasta las 14, es decir tres horas antes del cierre de los colegios electorales, sustituyeron 964 urnas electrónicas que registraron fallas, que corresponden tan sólo al 0,19 por ciento de los 454.494 artefactos instalados en todo el país.

Las elecciones se celebraron con la seguridad reforzada por el Ejército en 513 de los 5.570 municipios del país, en su mayoría en la región amazónica y en el empobrecido nordeste, pero también en Río de Janeiro, en donde una creciente ola de violencia obligó al Gobierno a determinar una intervención militar en febrero pasado.

Los brasileños votaron al sucesor del presidente Michel Temer, que concluirá el mandato de cuatro años de Dilma Russeff –destituida en 2016 por el Senado– signado por la prisión del líder del PT y ex mandatario Luiz Inacio "Lula" Da Silva.

El sucesor de Temer (del PMDB) será el ultraderechista y ex capitán del Ejército Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal, PSL) o el "delfín" de Lula da Silva, el ex alcalde de San Pablo Fernando Haddad (Partido de los Trabajadores, PT).