En el libro El machismo ilustrado, la psicoterapeuta mexicana Marina Castañeda y la artista Eva Lobatón plasman en ilustraciones planteos que la primera desarrolló en (su otro libro) El machismo invisible.

A través de viñetas, las autoras dan cuenta de una certeza que los movimientos de mujeres denuncian desde su gestación misma: los estereotipos de género naturalizan privilegios y determinan relaciones desiguales entre estos.

Es decir, promueven actitudes, sentimientos, acciones y decisiones cotidianas que se esperan de las personas, según nacen hombres o mujeres.

El dato es que se trata de aprendizajes “esperados” no están predeterminados por el sexo sino que son funcionales a un andamiaje social, político, económico y cultural que avala las inequidades antes citadas: el patriarcado.

Y esos mismos aprendizajes avalan las violencias machistas contra las mujeres en todas sus formas y se expresan a través mecanismos (de odio) previos y más sutiles en la comunicación, el trabajo, la salud y la sexualidad.

“Desde pequeños se incuba en los niños ese necesidad de demostrar que son hombres", le dijo a BBC Mundo Marina Castañeda.

En su opinión, esa formación termina creando "machitos" que replican actitudes de género estereotipadas en la vida cotidiana.

Por esa razón, la psicóloga se unió con la dibujante Eva Lobatón para crear El machismo ilustrado que refleja de manera gráfica esas actitudes machistas que se ven a diario en los hogares no sólo de México, en hombres y mujeres.

Y la idea de llevarlo a la historieta apunta a “alcanzar a un público más joven, más dispuesto a leer un cómic que a leer un libro de 400 páginas.”

“Hay formas de ser, formas de hablar que ya pueden parecer ridículas, aún en una sociedad machista como la mexicana. Estamos hablando de las clásicas formas de manipulación y de poder que fueron efectivas hace algunos años, pero ya no lo son más”, abundó Castañeda.


Al ser consultada sobre cuales son esas “formas”, la especialista respondió: “La actitud del macho mexicano que nunca admite haber cometido un error. Que no sólo tiene la razón, sino que considera que tiene derecho a tener la razón. O los hombres que no admiten que una mujer los interrumpa. En mi trabajo como psicoterapeuta me encontré con casos así. Uno de ellos fue el de un paciente que me contó en medio de una sesión que «le había retirado el habla» a su esposa desde hacía una semana porque ella lo había interrumpido en medio de una conversación. Esa frase contiene implícita la noción de que hablarle a una mujer es hacerle un favor. Es como quitarle un juguete a un niño”, abundó.

Para Castañeda, estas relaciones asimétricas se han mantenido porque están “inscritas como verdades casi biológicas”.

“Un ejemplo es que las mueres son las únicas que pueden criar biológicamente a un bebé y que sólo las mujeres tienen instinto maternal. Esto es totalmente falso. La explicación es que hay miles de libros que enseñan cómo criar un bebé: o sea, no hay ningún instinto maternal, sino que se aprende. Estos conceptos no son algo genético o biológico, sino una creencia que se sigue manteniendo", dijo.

En esta situación de perpetuidad acrítica, el lenguaje resulta clave: “El hombre que cocina es un chef, pero la mujer es una cocinera. El hombre es un sastre, pero la mujer es una costurera. Actualmente se sigue menospreciando la actividad de la mujer, aunque haga exactamente lo mismo que el hombre.”

Y eso también se traduce en el salario y las oportunidades laborales.

La autora explica tanto en El machismo invisible como durante la entrevista que para los hombres, el “hecho de decir «soy hombre» no basta para declarar su identidad. Muchos hombres sienten la necesidad de demostrar que son muy hombres o que son muy machos.”

Y define al machismo como “ese esfuerzo extra que hacen los hombres para demostrar que son «muy hombres»".

Se trata de un “esfuerzo perpetuo” extenuante que “consiste, primero en la competencia perpetua con otros hombres. Y lo segundo, en demostrar que son superiores a las mujeres en todas las situaciones”.

El artículo publicado en el portal de BBC en el marco del ciclo notas “100 mujeres” cierra con una cita de Castañeda a la antropóloga Margaret Mead: "Cuando el hombre pierde a su esposa, este se vuelve a casar. Pero cuando la mujer pierde a su esposo, simplemente sigue cocinando".