La Dirección de Asuntos Internos de la Policía Bonaerense realizó entre noviembre y febrero pasados análisis sorpresivos al personal y detectó que 22 integrantes de la fuerza estaban drogados mientras se encontraban en servicio.

Las pruebas se hicieron en 14 dependencias de La Plata, Avellaneda y Quilmes, a partir de denuncias. Del total de agentes a los que se les detectó la ingesta de sustancias prohibidas 12 habían consumido cocaína, ocho marihuana y dos, psicofármacos.

Cuando se detecta que un policía de la fuerza consumió sustancias prohibidas se le abre una carpeta médica y se los licencia. Además deben entregar su arma reglamentaria y empezar con un tratamiento de rehabilitación.

En el caso de que se trate de efectivos que integran equipos de lucha contra el narcotráfico se los deriva a otras áreas, previa rehabilitación.

El auditor general de Asuntos Internos de la fuerza Guillermo Berra explicó que las pruebas se hicieron en las dependencias de las que se habían concentrado denuncias y sumarios. "El hecho de encontrar estos resultados positivos no me llama la atención", dijo el funcionario en diálogo con La Nación. Aunque aclaró: "Este resultado no se puede extrapolar a toda la policía, ya que quizá vamos a otras dependencias y nos da cero".