Netflix es un fenómeno exitoso por donde se lo mire, que ha llegado al mundo de la cinta fílmica para revolucionar la industria. Podría decirse que desde que la firma se afianzó en 1999 y captó el interés de la audiencia, todos los negocios cinematográficos comenzaron a contemplar a Netflix, al menos su modelo de negocio.

Es que el servicio supo recopilar en poco tiempo un buen número de títulos para ofrecerlos de forma online y por suscripción. Ya en el año 2009 contaba con una videoteca virtual integrada por cien mil películas en formato DVD, pero lo más jugoso aún era el número de suscriptores que rondaba los 10 millones, en tiempos en donde mucha gente accedía a las películas por sitios piratas.

Dos años después alcanzó los 23 millones de suscriptores sólo en Estados Unidos, y 26 millones en el resto del mundo. Hacia el año 2016 dió el gran salto a los 81,5 millones de usuarios en todo el mundo.

No hay una única receta del secreto del éxito para Netflix, pero podríamos atribuirle la curva de crecimiento a su abultada inversión en la creación y difusión de contenido original, lo que contempla series, películas y documentales. Este rubro logró captar el interés de los suscriptores y adherir más intereses, abandonando el contenido audiovisual pirata, de hecho hasta que el mismo fue combatido y eliminado en las redes. Para entonces, Netflix había logrado instalar su concepto.

Todos estos datos no los ofrece la fuente originaria ya que la compañía fundada por Reed Hastings y Marc Randolph mantiene estos censos bajo llave, de hecho, el único dato que comparten es cuánto tardan sus suscriptores en engancharse en los contenidos originales que ofrecen, y ahí es donde nos meteremos de lleno para descubrir cómo es que es tan fácil terminar con una serie completa en unos pocos días, cuando antes teníamos y podíamos esperar por cada capítulo, aunque aquello nos lleve meses, o años.

Cine a demanda

El término “on demand” es, en la actualidad, un concepto de negocio en sí mismo para la industria cinematográfica. Antes la gente podía esperar para ver una película con su actor preferido, pero luego llegaron las series y entonces los productores de largometrajes tironeaban actores de Hollywood con buen ranking pero ya estaban en desuso en las grandes escenografías.

Al fin, el público aplaudía que actores de gran historial hagan apariciones en las series, o que las protagonicen incluso. El protagónico ya no era el único cabo de atención que la pantalla grande podía aprovechar para ocupar todas sus butacas.

Entonces sucedió que en un momento las oficinas de los productores quedaron inutilizadas, puesto que había que pelear con un gigante virtual para ganar el interés de la audiencia, para volver a llevar gente al cine, o para vender copias de DVD.

En aquel momento, Hastings y Randolph, pusieron online la idea, ofreciendo películas por suscripción desde una precaria página web o por email. El desarrollo los llevó a mejorar la forma de exponer la propuesta, al mismo tiempo que crecía el número de adeptos. Eso, sumado al contenido original que les conté más arriba, lograron que en el 2014 recibieran el Premio de la Academia por la nominación de The Square, creada por ellos mismos.

¿Nadie más iría al cine? Se sembró la duda y la paranoia lógica luego de que una novedad tecnológica dejara más butacas vacías en las salas de cine. La gente dejó de comprar una entrada por cada película y comenzó a elegir el pago mensual de una suscripción a cambio de un paquete de propuestas de distintos formatos que pudiera ver cuando quisiera, a demanda y a la carta.

Episodio gancho

Así llama Netflix al capítulo en el cual notan que del total de la audiencia que comenzó una serie, al menos el 70% continúa mirando los capítulos posteriores de una temporada. Este dato, que es el que cuento que sí muestran, se acerca cada vez más a los primeros capítulos, y esa es la idea.

¿Te preguntaste cuánto demorás en engancharte con una serie? No es una pregunta cualquiera, inclusive con éstos mismos términos. El gancho es pensado desde el guión, la idea completa y hasta la postura de cada rol de una serie. Puede variar todo en una historia siempre y cuando aquello este justificado por lograr convertir ese capítulo en el agraciado “episodio gancho”.

En el 2016 lograron dos buenos casos de éxito para aplaudirse como nuevos estrategas del contenido cinematográfico y su comercialización, luego de que las series Stranger things y The get down, captaran el interés de la audiencia en el segundo episodio.

Sin embargo, aunque la zanahoria que persigue Netflix no nos dice mucho a los humanos que funcionamos como espectadores y clientes del serivicio on demand, otras series que han dado más crédito a la plataforma parecían más exitosas. Es el caso de House of Cards que está online desde el 2013, pero desde entonces marca su episodio gancho recién en el tercer capítulo, al igual que Narcos y The Ranch.

Cierto es que quien no está interesado en una serie puede abandonar una temporada en el primer capítulo si lo deseara, pero por extraño que parezca, los usuarios de Netflix se caracterizan por ser más bien condescendientes y pacientes (aún cuando pueden mirar una temporada entera en un día), le dan muchas oportunidades a una serie, quizás aprovechando que los que tienen este servicio tienen el poder de pausar y seguir mirando otro día, u otro año, depende del ánimo del momento, y de que Netflix mantenga esa producción online.