Un vuelo de la empresa aérea Norwegian que cubría la ruta entre Oslo y Múnich se vio obligado a regresar al aeropuerto inicial y realizar un aterrizaje de emergencia por una avería en los baños.

El dato saliente es que en el Boeing 737 viajaban 84 plomeros y ninguno de ellos pudo resolver el problema, informa The Independent.

"Nos hubiera gustado arreglar los baños, pero la única forma de hacerlo era desde el exterior. No queríamos arriesgarnos a enviar un empleado a 10 mil metros de altura", bromeó Frank Olsen, director de la empresa Rorkjop, firma dedicada a la plomería y para la que trabajan algunos de los 84 pasajeros.

El inconveniente se registró apenas 20 minutos de iniciado el vuelo. El resto del trayecto se realizó sin mayor dificultad.