Este miércoles Mario Esusy fue asesinado cuando manejaba su taxi, y Alberto Vera cuando tomaba mate con un vecino. En ambos casos sus agresores huyeron en moto y usaron cascos que dificultan ahora su identificación. Asesinos en moto, una modalidad que se impone y que supone un desafío para los fiscales. 

En contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, el fiscal de Homicidios Dolosos Adrián Spelta –que investiga los crímenes de Esusy y Vera– señaló que hace un tiempo la mayoría de los asesinatos son cometidos con la misma mecánica: con armas de fuego y arriba de una moto.

Son menos de la mitad de los hechos –explicó–  pero en la mayoría de esos casos, el uso del casco hace casi imposible ponerle nombre y apellido a los sospechosos. “En casi el 80 por ciento de los casos en donde no pudimos identificar al autor, son aquellos que circulan en moto y casco”, dijo.

La moto, se explayó, resulta atractiva por la sensación de “impunidad” que genera: es fácil de maniobrar y por ende, la huida se hace más fácil; pero además, el uso del casco garantiza el anonimato.

En tal sentido, el fiscal se mostró a favor de alguna medida que obligue al motociclista a usar algún tipo de identificación, ya sea en el casco o en una pechera. En 2010, el por entonces concejal –hoy precandidato a intendente–  Jorge Boasso, propuso que se impida la circulación a quienes no usan cascos con identificación y la propia intendenta Mónica Fein lo volvió a sugerir en 2016. Sin embargo no se aprobó ninguna normativa al respecto.

Otro proyecto que circuló fue la limitación de una persona por moto. En los homicidios perpetrados con esta mecánica generalmente participan dos personas: una que maneja y otra que tira. Pero el fiscal se manifestó en contra de esa medida que en su momento trajo polémica.

Delito, herencia familiar

Otro factor sobre el que Spelta llamó la atención es la familia. El fiscal advirtió que en muchos casos los delincuentes condenados y apresados son reemplazados en su actividad criminal por hijos o hermanos menores. “Tenemos que evitar que esto pase de generación en generación, de hermano a hermano”, sostuvo.