Un grupo de padres del colegio San José de Calasanz de la localidad bonaerense de Rafael Castillo denunció al portero y a la mujer que atiende el quiosco del establecimiento por la violación de por lo menos dos alumnos.

Una de las víctimas es una nena de 7 años, para quien ir a la escuela se convirtió de un día para el otro en "un calvario". La familia de la menor dijo a Crónica que los dos acusados actuaban en complicidad. Convencían a los chicos con golosinas, les tapaban la boca y los llevaban a "un cuartito". Después, los amenazaban para que no contaran nada.

Apenas el caso salió a la luz no tardaron en aparecer nuevas acusaciones. Según la abuela de la chica, el portero "manoseaba a las chicas segundo grado y también a las más chiquitas", mientras que la quiosquera "tocaba a los varones".

A pesar de la gravedad del hecho, la mujer remarcó que las autoridades de la institución no se hicieron eco de su denuncia. Y acusó a los directivos de defender a los supuestos abusadores.