Tras el ataque a dos viviendas que pertenecían al juez Ismael Manfrín –el presidente del tribunal que condenó recientemente a la banda Los Monos–, todos los ojos se posaron sobre Guille Cantero y Emanuel Chamarro, ambos ya reubicados en penales federales. El propio ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, dijo que una de las posibles motivaciones de los tiroteos es el traslado. Pero su abogada, Romina Bedetti, se quejó de tales sospechas y acusó irregularidades. El lunes hizo una presentación ante la subsecretaría de Derechos Humanos.

“Cada situación de violencia que pasa en la ciudad de Rosario, los primeros nombres que suenan son los de ellos”, criticó Bedetti, en contacto con Radiópolis (Radio 2).

“Sólo se habla que los internos –continuó– quieren decidir el lugar del alojamiento, estamos hablando que hay familias que tienen que trasladarse. Hay distancias muy grandes y hay niños con distintas aficciones que van a estar privados de la posibilidad de ver a sus padres”. Cantero fue trasladado a Chaco; y Chamarro a Chubut.

Además, Bedetti advirtió que no es la primera vez que se los reubica. Ya lo hicieron el año pasado para que pueda participar del juicio provincial en su contra y a fines de este 2018 probablemente deban trasladados de nuevo.

La abogada, que se solidarizó con Manfrín, aclaró que el magistrado “no tenía poder de decisión” para habilitar o frenar el traslado de sus clientes y señaló que no hay pruebas que relacione a ninguno de los dos con el ataque. Además, acusó que el cambio de cárcel fue realizado de forma irregular. Tras interponer un hábeas corpus el viernes pasado –explicó–, la letrada había conseguido una prórroga de cinco días hábiles y tanto Cantero como Chamorro deberían haber permanecido en Piñero, al menos hasta este viernes.

“Hablamos de personas que están cumpliendo una condena pero no por eso están privados de toda clase de derechos”, cerró.