Morena tiene 16 años, está en 4º año de la escuela Nº 1251, ubicada en Junín y México, pero no va a clases todos los días. “Cada semana rota un curso que no asiste a clases porque falta espacio y la obra de un aula quedó parada”, explicó la adolescente a Rosario3. La situación se extiende a niños, niñas y adolescentes de una quincena de escuelas públicas de Rosario, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez y Villa Gobernador Gálvez, cuyas condiciones edilicias precarias impiden que la totalidad de sus alumnos concurran a clases con regularidad. Desde la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) denunciaron la escasa inversión estatal que impide acompañar con infraestructura el crecimiento de la asistencia, sobre todo, en los establecimientos secundarios y advirtieron sobre las consecuencias que trae aparejado esta discontinuidad en el aprendizaje.

Las escuelas se han convertido en blanco del vandalismo, la delincuencia, incluso de balacerasamenazas. Además de la lucha docente por mejores salarios que cada año recorte días de clase, irregularidades edilicias ponen en peligro la estadía de alumnos y maestros, muchas veces, de la mano de la falta de mantenimiento de las estructuras. Y como si fuese poco, las comunidades educativas también deben soportar los desbordes de una ecuación desatendida desde hace muchos años: se incrementa el alumnado pero no así, la edificación del espacio físico para cobijarlo. Es, por este punto, que las autoridades deben recurrir a la rotación de chicos y chicas a fin de hacerles lugar.

“Se pierden días de las materias y nos atrasamos mucho”, aseguró Morena, consultada sobre las consecuencias de ir a clases un día sí y otro día no. “Me pasó con varias asignaturas, sobre todo, las que tenemos los lunes porque hay que sumarle los feriados. Nos pasa con Matemáticas, y otras materias que necesitan mucho apoyo”, remarcó y advirtió que esta intermitencia en el cursado también recae en la vida familiar. “Muchos alumnos del secundario traemos a los hermanos chicos y cuando no nos toca venir es un problema, también los chicos de 1º año, por ejemplo, que no se quedan solos en sus casas, cuando no tienen clases es un tema”, indicó.

La escuela ubicada en Junín y México (Alan Monzón/Rosario3)

“Yo creo que es una problemática que se refleja, sobre todo, a nivel secundario y mucho más en algunos barrios en los que el crecimiento de la matrícula de las escuelas de este nivel no ha ido acompañado del fortalecimiento de la construcción de aulas en las escuelas”, analizó el delegado de Amsafé de Rosario, Juan Pablo Casiello. “Por otro lado–sumó–hay edificios que están en malas condiciones, que no han tenido la reparación necesaria o las construcciones prometidas y por eso hay una parte que no puede funcionar y la única manera es que los chicos roten”, precisó.

“Sin dudas, la rotación afecta mucho la escolaridad, hay chicos que no van a clases una vez en la semana, a veces son dos días”, analizó el dirigente y ahondó en este sentido: “Todo esto reciente el compromiso del alumno con la escuela, lo normal es que vaya de lunes a viernes, entonces otra cosa es que haya días que no te toca ir, este desacostumbramiento a ir a la escuela termina alentando la deserción”.

Por otra parte, la intermitencia en la asistencia siembra un verdadero inconveniente en la organización familiar: “Una cosa es ordenar la vida familiar con una escuela que reciba a los chicos todos los días y otra cuando eso no pasa. Inevitablemente, muchos buscan otra escuela, eso es parte de la realidad”, advirtió.

Construir espacio

Amsafé tiene relevadas unas 15 instituciones educativas en la región que acuden a la rotación de cursos. Sabrina Simioni, secretaria gremial, enumeró algunas: escuela N° 550 "Cooperación Escolar" y escuela de enseñanza media N°330 "República de Grecia" de Granadero Baigorria; escuela de educación secundaria orientada Nº 540 “Camino de los Granaderos” (Salvat 1150), escuela de educación secundaria orientada N° 539 (Oncativo 2793), escuela de educación secundaria orientada Nº 514 (Lejarza 5416), escuela de educación secundaria orientada Nº 607, (Suiza 220), escuela de educación secundaria orientada Nº 518 Carlos Fuentealba (Roullión 4400), escuela N° 1251 (Junin 7157), escuela Nº1546 (Casacubierta 8982), escuela secundaria Nº 360 "Jorge C. Cura" (avenida Jorge Cura 2399), escuela de educación técnica N°392 Juramento de La Bandera (avenida San Martín 5702) y la escuela de enseñanza media Nº 272, "Juan Bautista Alberdi" (Álvarez Thomas 1521) de Rosario. También apelan a esta “modalidad”, la escuela técnica Nº 485 Vicecomodoro Marambio de Villa Gobernador Gálvez y la escxuela N° 1325 de Capitán Bermúdez.

“La situación es grave, tenemos alrededor de 15 escuelas donde al menos un curso rota y no asiste todos los días por falta de aulas, principalmente, y por condiciones edilicias. Es un reclamo que viene desde hace tiempo, incluso antes de la pandemia con sus burbujas”, planteó Simioni, también docente de escuelas secundarias. “Hace 15 años que la secundaria se hizo obligatoria y en lugar de tener un presupuesto que acompañe, hemos tenido un presupuesto disminuido con una falta absoluta de inversión”, lamentó.

Escuela Nº392 (Alan Monzón/Rosario3).

Para la dirigente, la falta de espacio es la clave de la problemática y la rotación de alumnos es solo un síntoma, entre otros: “Hay escuelas que rotan a los chicos en los recreos porque no hay patio, otras escuelas han perdido salones de usos múltiples o bibliotecas”, informó. En algunos establecimientos, los chicos van todos a clases pero están hacinados, incluso apenas se pueden mover con libertad en los salones.

“El atraso en el nivel de inversión provocó este cuello de botella”, continuó y advirtió que, incluso, en las escuelas en las que el Estado promovió reformas o ampliaciones, la tardanza en la ejecución y en el peor de los casos, su paralización, puso a las autoridades entre la espada y la pared, empujándolas a disponer de la rotación del alumnado. “Tenemos algunas aulas en construcción paradas, hay escuelas que necesitan más de cuatro aulas y en algunas están construyendo una o solo dos y encima no las terminan, o sea que el año que viene vamos a tener una situación peor”, manifestó y destacó: “Se está vulnerando un derecho muy importante, que es el de la educación. Una escucha un discurso tan punitivo al respecto, pero luego parece no importar que una cantidad de escuelas tengan tantos estudiantes que no van todos los días a la escuela”.

“Entonces –consideró– lo que corresponde es que los y las estudiantes vayan todos los días a la escuela y tengan un aula acondicionada para poder dar clases y además, que la escuela pueda disponer de los lugares comunes importantes para avanzar en las tareas pedagógicas a reforzar. Para fortalecer la tarea diaria es muy importante tener espacios comunes, por ejemplo, contar con una biblioteca”, mencionó.

La carencia de espacio también es padecida por comunidades educativas en las vecinas localidades de Alvear y Funes. Según la dirigente, “los chicos no están rotando, pero no tienen un lugar más para alojar estudiantes de las propias localidades, no pueden seguir incorporando estudiantes y quedan afuera estudiantes de las propias localidades que tienen que viajar a estudiar a otro lado”, apuntó.

En cuanto a la situación en Funes, recordó: “Hubo una movida de la familias hace unas semanas, porque más del 50 por ciento de los estudiantes que egresan de la escuela primaria no tendrían vacante en la escuela pública de Funes que ya no tiene posibilidad de seguir alojando. Más allá de algún compromiso de avanzar con algunas aulas en el anexo, lo que se necesita es, urgente, otra escuela con un edificio con condiciones”, aclaró.

Dar clases un día sí y otro día no

Si los alumnos y alumnas ven resentido su ciclo educativo a raíz de la rotación, los docentes también ven alterado su labor. Mariana es profesora de la escuela Nº 518 y debe sortear este inconveniente a la hora de brindar sus clases en el secundario ya que en el establecimiento siempre hay un curso que no asiste en la semana: “Se va afectando un poquito la continuidad pedagógica. En mi caso, con Geografía, que doy una vez por semana y una vez al mes seguro roto, más alguna otra cuestión que pueda pasar. Entonces, de cuatro veces que yo tengo que venir en un mes, a veces termino viniendo dos, es complejo porque se pierde la continuidad”, observó.

Unos 500 alumnos y alumnas, muchos pertenecientes a familias qom, asisten a la escuela, ubicada en Roullión al 4400. La rotación obedece, según explicó la docente, a la falta de un aula cuya construcción reclamaron muchas veces al gobierno provincial. La situación ha provocado cierto agotamiento en la comunidad educativa: “Reclamar nos lleva tiempo, tiempo que dejamos de dedicar a nuestra actividad que es educar, pero tenemos pensado con las familias seguir con esto, es un proceso administrativo tremendo en el que hay que enfocarse”, expresó.

Los docentes, además, deben lidiar con la insatisfacción de las necesidades mínimas: “Advertimos la carencia de un montón de cuestiones básicas como el agua. Los chicos no tienen dinero para los útiles, nosotros cada tanto conseguimos zapatillas. Cosas básicas. Fuera de acá no hay mucha otra salida, los chicos no encuentran una posibilidad de un futuro”, destacó.

Escuela Nº 518 (Alan Monzón/Rosario3)

La respuesta ministerial

Rosario3 consultó sobre la rotación del cursado en algunas escuelas de la región a Osvaldo Biaggiotti, docente y director de la Regional VI de Educación: “Lo que ha habido es una expansión de la matrícula”, leyó sobre la problemática, en coincidencia con la postura del gremio. “Lo prioritario siempre es que los chicos estén dentro de las escuelas, pero a veces las condiciones no son las mejores, las óptimas o las que uno quisiera. Son matrículas que han crecido, que terminaron con secciones, cursos o divisiones muy numerosas, algunas las encontramos al empezar la gestión, otras fueron incrementando su número en los últimos años y al quedar secciones que superaban los 40 o 50 alumnos, hemos generado los desdoblamientos, osea que de una sección se formen dos, habilitando los cargos y horas para eso y es una sobreexigencia de la infraestructura de las escuelas”, explicó.

De acuerdo al funcionario, ”algunas escuelas reorganizan y refuncionalizan sus espacios y a otras les resulta más complicado”.

En relación a la acción promovida desde el ministerio, manifestó: “Hemos respondido con nuevas aulas, el año pasado fueron alrededor de 50 nuevas aulas y este año son alrededor de 70 que se proyectaron para las escuelas que lo necesitan”. Sin embargo, reconoció: “Ha habido dificultades económicas y financieras en la provincia que han implicado que el flujo presupuestario tuviera sus altibajos. De modo que, en algunos casos se pudo avanzar más rápido y en otros está pendiente la terminación de las aulas”.