Caída la idea de relocalizar el proyecto del Puerto de la Música en la cabecera del puente Rosario Victoria, el gobierno provincial analiza por estas horas llamar a un concurso de ideas como paso previo a la definición de las características del espacio cultural y de eventos que se construirá allí.
La invitación a arquitectos y urbanistas será para que imaginen no solo el diseño del edificio que se ubicará junto al río, sino también cómo se integrará y dialogará con el entorno. Ese entorno se transformará por completo: en lo que hoy es el parque de la Cabecera y las áreas circundantes, la provincia proyecta una urbanización que se convertirá en una ciudad entre dos ciudades –Rosario y Granadero Baigorria–. O, como dicen ahora funcionarios de la administración Pullaro que trabajan en el tema, en un “nuevo distrito”: el “distrito joven”.
Para ello, la Unidad de Gestión de Espacios Estratégicos que se armó para pilotear este y otros proyectos terminó ya un masterplan, que es la base sobre la cual se elaborará todo el proyecto. Además del espacio cultural, contempla casi 250 mil metros cuadrados a construir entre viviendas y zonas comerciales; áreas para escuelas y universidades; un hotel de alta categoría; apertura de avenidas y calles; espacios verdes; un paseo peatonal junto al río; la reconversión de un barrio histórico de pescadores –Remanso Valerio– con paseo gastronómico incluido; una estación fluvial para que lleguen lanchas de pasajeros que saldrán desde el centro.
La superficie de todo el desarrollo totaliza 33 hectáreas. El esquema de financiamiento sería similar al del exBatallón 121: el Estado pone la tierra y desarrolladores privados hacen y financian las obras. Eso incluye las unidades habitacionales, las áreas comerciales y los espacios públicos, entre ellos el centro cultural.
La iniciativa es la más importante dentro de un plan para construir cerca de un millón de metros cuadrados y que la provincia craneó como la fase dos del proceso de cambio que pretende para Rosario: después de pacificar la ciudad, plantear una agenda de crecimiento y desarrollo a más largo plazo, que la reposicione a nivel nacional e internacional.
Faro y piedra basal
Cuando a principios del año pasado la administración Pullaro puso sobre la mesa la posibilidad de relocalizar allí el proyecto del Puerto de la Música lo pensó, dentro de ese objetivo, como un llamador. Un centro cultural diseñado por uno de los genios mundiales de la arquitectura del siglo XX, el brasileño Oscar Niemeyer, que pudiera atraer inversores primero y visitantes después.
La posibilidad no prosperó por distintos motivos, entre ellas la viabilidad del proyecto y las dificultades para adaptar a las necesidades actuales un diseño de hace 17 años. Pero el concepto se sostiene: el espacio cultural y de eventos a construir debe ser único, distinto a todo, original y de avanzada desde el punto de vista arquitectónico. También novedoso y disruptivo desde lo funcional. Como un faro que sea, a la vez, una suerte de piedra fundamental, basal de todo ese “nuevo distrito”. “Que sea un atractivo para la gente de la zona y de afuera. Que aproveche el río y se convierta en un proyecto del que se hable a nivel nacional”, remarcan desde el gobierno provincial.
El concurso de ideas, como es común en estos casos, será no vinculante. Es decir que el desarrollador que gane la licitación no tendrá que seguir lo que surja de allí al pie de la letra. Incluso, puede elegir partes de distintos proyectos e incorporar trazos propios. Los participantes deberán tomar como base el masterplan ya elaborado y lo que el convocante, en este caso la Unidad de Gestión, plantee en términos presupuestarios y de uso.
Esas definiciones no están tomadas. La Provincia las analiza por estas horas, después de haber recibido días atrás un informe preliminar la consultora Romano Group, a la que contrató para que indagara sobre la demanda que pueden tener los distintos espacios del proyecto de urbanización para definir su perfil. El plan es que eso se resuelva sin demoras: la voluntad del los funcionarios que trabajan en el tema es lanzar la licitación a más tardar en julio. El plazo de ejecución de todo el proyecto entienden que no será menor a seis años.
Cómo reposicionar a Rosario
Este primer informe de Romano Group pone particularmente el foco en el espacio cultural y de eventos. Las pautas fueron claras. El objetivo, explicaron las fuentes consultadas por Rosario3, es “cortar con la dinámica negativa”. Reposicionar a la ciudad “con un espacio de alta calidad que permita traer cosas que hoy no llegan” y a la vez lograr que los rosarinos dejen de ir a ver cosas a Buenos Aires y se queden. Pero además, no solo pensar en satisfacer la demanda actual, sino ir por una nueva, por la demanda futura. “Tenemos que hacer un Puerto de la Música, pero del siglo XXI”, enfatizó uno de los funcionarios a cargo del proyecto.
La consultora trabajó sobre dos ejes: por un lado las razones por las cuales hay espectáculos y eventos que no vienen a Rosario; por otro analizó 30 espacios de distintas partes del mundo para tomar de cada uno características que podría tener el que se levantará en la cabecera del puente a Victoria.
Sobre el primer punto, el deterioro que tuvo la marca ciudad a partir de la crisis de violencia de los últimos años jugó un factor clave. También la falta de espacios apropiados, que en parte se solucionaría a partir de la construcción de un estadio Arena para cerca de diez mil personas en el predio feria de la ex Rural. “Fueron duros con Rosario, marcando muy especialmente que la ciudad se quedó sin noche”, remarcó una de las fuentes consultadas para esta nota.
Lo que sí y lo que no
En cuanto a las características del proyecto, hay un paradigma de lo que no y un paradigma de lo que sí.
En el casillero a tachar pusieron el Infinito Open de Córdoba, un complejo de 40 hectáreas con parque acuático, paseo comercial, un estadio para espectáculos y deportes más un hotel ubicado en el sureste de la capital mediterránea. Entre muchas cuestiones, hay una fundamental por la cual un proyecto de este tipo no cierra: está apuntado al turismo y al esparcimiento del fin de semana.
“Nuestro proyecto tiene que ser de cercanía y con servicios para que la gente se vaya a vivir allí. No es solo un lugar para que lo conozcan visitantes que vienen a la ciudad sábado y domingo”, dicen desde el corazón de la iniciativa local.
Para que se concrete la idea de que sea el “distrito joven”, es fundamental que haya oferta educativa y cultural. Por eso, el masterplan contempla áreas para escuelas y universidades. La idea es seducir a la UNR y a instituciones privadas para que instalen subsedes allí. Y por eso también es tanto el interés en el “Puerto de la Música del siglo XXI” que se busca levantar junto al río. En el que se pretende que haya actividades que inviten a un flujo permanente de público, no solo espectáculos nocturnos de jueves a domingos.
En ese plan, en el casillero con tilde de aprobación pusieron, salvando las enormes diferencias de escala, la Esfera de Las Vegas. El proyecto de Rosario, claro, es impensable que tenga la monumentalidad y la tecnología del edificio más moderno de la ciudad del estado norteamericano de Nevada, que tiene 112 metros de alto y cuya construcción costó 2.300 millones de dólares. Nadie está con eso en la cabeza: en la Provincia estiman que, en el mejor de los casos, la inversión de los privados que se hagan cargo de levantar, equipar y luego gestionar el espacio junto al Paraná podría llegar a unos 90 millones de dólares.
Pero desde lo conceptual, la Esfera tiene condiciones que se buscarán en la obra local: que sea un espacio que se proyecte hacia afuera, que dialogue con la ciudad y su entorno geográfico –en este caso el río– de manera permanente, más allá de la actividad que se desarrolle adentro.