Se cumple un año del asesinato de César Roldán, el colectivero que arribaba a la esquina de Cullen por avenida Eva Perón y fue sorprendido por un falso pasajero que lo ultimó de siete disparos en la unidad del colectivo 116 un sábado en plena tarde, donde además dejó un mensaje intimidatorio. Un año después, no se conocieron avances en la causa, y no hay detenidos.

Es en este marco que los familiares y amigos del chofer realizaron un reclamo de avances en la justicia, que lejos de ser una movilización más, se tiñó de espíritu solidario, ya que buscaron “que se realizara de la misma forma que se comportaba César, siempre pensando en los demás”. De esta manera, se recolectaron decenas de paquetes de pañales, así como juguetes y pelotas, que serán enviados al Hospital de Niños “Víctor J. Vilela”.

La esquina se llenó de los afectos de César al atardecer del martes, fecha en que se recordó el lamentable asesinato del chofer, amigo y padre de dos niños. En la parada de colectivos de la esquina de Eva Perón y Cullen fueron colgadas flores blancas y papeles con pedidos de justicia. Frente a la parada, en el pavimento, los amigos pintaron una estrella roja y su nombre, demarcando el lugar del horrible suceso.

Detrás de la estrella pintada, los amigos colectiveros estacionaron una unidad del 116, la línea que César solía manejar, y en la cual trabajaba cuando murió. El equipo de Telenoche (El Tres) pudo recorrer por dentro la unidad junto a Belén, la viuda de César, quien mostró todos los asientos repletos de pañales y juguetes que fueron donados por los allegados.

Delante de todo, junto a la puerta, varios paquetes de pañales asomaban junto a un oso de peluche marrón de tamaño de un niño, mientras que el asiento del chofer permaneció vacío.

El primero de los asientos de la línea 116 tenía un oso de peluche, regalos y pañales.

Belén precisó que “además de familiares y amigos, compañeros colectiveros, del club, mucha gente que no conozco se acercó al enterarse la movida solidaria. Es un gesto que hacemos porque así era él de solidario, y así lo recordamos. Los chicos son la causa por la que seguimos reclamando justicia”.

El tío César, David, destacó por su parte: “Era una gran persona, familiero y compañero, y hoy se acercó gente que no conocíamos para saludarnos. La estrella la pintaron sus amigos y Belén”.