El gobernador Greg Abbott firmó el pasado miércoles una ley que permite a los habitantes de Texas portar armas de fuego en público sin permisos, en la última de una serie de medidas para expandir los derechos sobre las armas en estados conservadores de Estados Unidos.

La legislación, que fue aprobada el mes pasado en el Senado y la Cámara de Representantes del estado -dominadas por republicanos- permitirá que cualquier persona mayor de 21 años que no tenga prohibido poseer un arma de fuego la pueda llevar en público sin permisos.

La nueva norma solo compete a armas tipo pistola o revólver, ya que hasta ahora Texas ya permitía el libre porte sin licencia de armas largas como fusiles o rifles.

Hasta ahora, para portar pistolas en público los texanos debían obtener una licencia, registrar sus huellas dactilares, participar en un curso de formación y superar un examen escrito y otro de tiro. Al eliminar todos estos requisitos, Texas se une a una veintena de estados con leyes similares en Estados Unidos. “Esto es algo que han adoptado otros 20 estados y es momento de que Texas lo adopte también”, había dicho Abbott sobre la ley en abril a la estación radial WBAP.

La congresista Veronica Escobar, representante de El Paso, aseguró en un tuit este miércoles que al firmar la ley, Abbott “eligió traicionar a las víctimas de la violencia armada”.

Una reciente encuesta de la Universidad de Texas y el medio local The Texas Tribune indicó que el 59% de los texanos rechaza el libre porte de armas sin licencia, mientras que tan solo lo apoya un 34%.

”Pese al apoyo abrumador a leyes de sentido común para prevenir la violencia con armas de fuego, como la verificación de antecedentes universales, los republicanos de Texas, encabezados por un gobernador cobarde, están más interesados en ganarse la atención del ‘lobby’ armamentístico que en prevenir la violencia”, añadió Escobar.