El fiscal Patricio Saldutti rechazó este viernes avanzar con el pedido de detención e imputación del empresario Guillermo Woelflin –dueño de Ming–, tres patovicas y dos policías que hacían adicionales y estuvieron la noche en la que murió Carlos Orellano. Lo había solicitado la querella que encabeza el abogado Salvador Vera, que considera acreditado que "Bocacha" fue asesinado.

El funcionario del Ministerio Público de la Acusación sostuvo que tendrá "presente para su oportunidad" y "si correspondiera" la posibilidad de tomar medidas cautelares sobre las personas. No obstante, sí accedió al pedido de una citación a declaración testimonial de un hombre que tiempo atrás sufrió una golpiza en ese lugar y que podría fortalecer la idea de un contexto de violencia.

También, a un registro para evaluar las filmaciones del Centro de Justicia Penal cuando Orellano estaba desaparecido, su búsqueda se centraba en el río y declararon patovicas y policías. Para Vera, los abogados asesores del boliche Adrián Martínez y Carlos Varela se acercaron a los dos efectivos para ponerlos bajo presión, ya que días después y con la asesoría de Paul Krupnik brindaron cambios en su versión.

Para rechazar una medida de fondo ahora, el fiscal de fiscal de Homicidios Dolosos argumentó en su resolución que "surge de lo propios fundamentos expuestos por el requirente que restan procesarse ante la Morgue Judicial de la Nación –tal como fuera solicitado por la querella– las muestras biológicas referidas", como así también "los estudios de anatomía patológica sobre las muestras tomadas de la piel" -para saber si fueron pre o post fallecimiento- y el resultado del ADN "sobre las presuntas manchas de sangre en el boliche levantadas por la Policía Federal" para conocer si corresponden o no a la víctima.

Saldutti indica así que la situación de los acusados por la querella queda por evaluarse una vez culminadas una serie de medidas en curso que considera fundamentales. Son "el informe final de la autopsia en el Instituto Médico Legal y de los peritos de parte que participaron, los informes complementarios de muestras biológicas -entre ellas de los pulmones- y el análisis de los teléfonos celulares secuestrados", que son 15 y están bajo custodia desde los días posteriores al hecho, que fue en febrero en La Fluvial. Para el investigador, será fundamental conocer las conversaciones espontáneas de los presentes.

De la causa se desprende así que no hay evidencias científicas que avalen por ahora la teoría de que Orellano haya sido asesinado. No obstante, y tras rechazar parcialmente el pedido, el fiscal recordó que al estar constituida la familia como querellante, están facultados para oportunamente reiterar los pedidos. También, para recurrir ante el Fiscal Regional Patricio Serjal.

La decisión de Saldutti se dio este viernes, en medio de una encendida movilización de allegados a la víctima y del propio abogado frente al edificio de Sarmiento y Virasoro, donde funciona gran parte del Ministerio Público de la Acusación. En medio del dolor y de un legítimo reclamo por el esclarecimiento del hecho, se mezclaron pancartas con agravios personales para fiscales y otro abogado, un hecho imposible de escindir de la presencia y declaraciones de Vera junto a ellos. El profesional es quien decodifica la causa e impulsa las expectativas de la familia.

Los argumentos de la querella


"Entendemos que de la evidencia colectada hasta el momento surge con claridad y contundencia que Orellano no pudo escapar del ámbito de actuación de los agentes de seguridad privada", explicó esta semana a Telenoche (El Tres) el abogado Salvador Vera, constituido por los padres de Bocacha.

"Hay testigos presenciales, está el relato de los propios agentes de seguridad y el personal del lugar que sindican a personas abordando a la víctima. Hay una gran cantidad de sangre fresca y lavada en un lugar que no estaba abierto al público, al que sólo tenían acceso el personal del boliche y el dueño", amplió.

En sus declaraciones bajo juramento, los patovicas refirieron que un personal femenino lo expulsó del predio por un incidente. En ese sentido, para Vera, Orellano fue víctima de una "agresión en zonas estratégicas de su cuerpo". Por eso dijo que a su parte "no le caben dudas de que son heridas vitales las que padeció en el cráneo, pulmón y zona de sujeción del cuello".

Para el letrado, que no desconoce la ausencia de un informe final de autopsia y de los estudios complementarios de la Morgue de la Nación -lugar que él solicitó-, "el fiscal tiene sobrados elementos para proceder a detener preventivamente a estas personas".

Como punto central, considera que el pulmón de Orellano "impresiona seco" -como si hubiese caído muerto al agua- y que las conclusiones del Instituto Médico Legal de Rosario, que no detectó golpes u otras heridas con entidad suficiente para causarle la muerte, "surgieron de su directora pero que no estuvo presente".

Lo dijo por Alicia Cadierno, quien como autoridad máxima del IML, representó ante los medios a su forense y los distintos técnicos que fueron los peritos oficiales, además de los que pusieron las partes. Vera tampoco actuó sobre el cuerpo: en la autopsia permaneció en una sala contigua en la que la siguió por video junto a los fiscales Saldutti y Miguel Moreno y el juez Nicolás Foppiani.

Del Instituto Médico Legal a las cámaras


La autopsia realizada en Rosario, cuyo procedimiento fue avalado por todas las partes con la firma del acta, informó como "indeterminada" la causa de la muerte, por lo que quedó sujeta a los estudios complementarios. Son los que se esperan para determinar si Orellano cayó muerto al agua o ingresó inconsciente, o si cayó consciente.

No obstante, la tomografía "multislice" que se realizó en el hospital Eva Perón junto a las radiografías no detectaron lesiones graves. Ese proceso se hizo bajo el "protocolo de Minnesota", por lo que quedó registrado en video el traslado del cuerpo y todo el proceso.

"Eso fue enviado antes del comienzo de la cuarentena. Se solicitó celeridad, pero desde Buenos Aires manifestaron que están con personal limitado dado el marco de la emergencia sanitaria. En principio, estarían en proceso los exámenes solicitados", explicaron desde el Área de Prensa del MPA.

Según fuentes judiciales, del análisis de las cámaras de seguridad que realizó el Organismo de Investigaciones no surgieron imágenes de relevancia. De hecho, no se observa el sector de Ming donde pudo haber sucedido el hecho. La investigación ahora está centrada en conocer si esas cámaras no dejaban registros o si el disco fue adulterado intencionalmente.

De todo podrá surgir un tiempo al menos una verdad jurídica sobre las horas finales de Carlos “Bocacha” Orellano.