Un médico de Brescia, Italia, está arrestrado hace dos meses tras matar a dos pacientes con coronavirus para "liberar camas" en el marco de la primera ola.

Carlo Mosca, de 47 años, fue acusado de administrar a Natale Bassi, de 61, y a Angelo Paletti, de 80, dosis letales de anestésicos en el Hospital Montichiari, cerca de Brescia. El incidente supuestamente ocurrió en marzo del año pasado, cuando salían de Italia las imágenes impactantes que mostraban a pacientes con covid-19 en los pasillos de hospitales totalmente desbordados.

La Policía también está investigando otras tres muertes después de que se reportara que Mosca -director general del servicio de urgencias del hospital- alteró los registros médicos de los pacientes que murieron. El doctor se encuentra bajo arresto domiciliario en su casa en Mantua, desde donde niega las denuncias en su contra, calificándolas de “infundadas”.

Las enfermeras sospechaban que Mosca había matado pacientes para hacer espacio en el departamento de urgencias que dirigía. Los fiscales dicen que el médico administró succinilcolina y propofol, que normalmente se usaban en la sala para anestesiar a los pacientes de covid y así poder conectarlos a los respiradores.

Se sospecha que a los pacientes que recibieron los medicamentos nunca se les insertaron tubos, por lo que el uso de anestesia habría sido “innecesario”. El hospital experimentó un aumento del 70% en los pedidos de estos medicamentos entre noviembre de 2019 y abril de 2020, pero solo cinco pacientes recibieron tubos durante ese período.

Se presentó una denuncia anónima a fines de abril y los documentos legales contienen mensajes de WhatsApp que sugieren que Mosca intentó que las enfermeras cubrieran sus huellas. Las enfermeras se decían entre sí en mensajes: “¿Te pidió que administraras los medicamentos sin intubarlos?”, “Estoy matando pacientes solo porque quiere liberar las camas” y “Esto es una locura”.

Los fiscales agregan que cuando se enteró de que estaba siendo investigado, Mosca pidió a las enfermeras que “se pusieran de acuerdo en una versión conveniente de la historia” mientras “las instigaba a declarar falsedades”. Los abogados también alegan que pidió a sus colegas que salieran de la habitación cuando administraba los medicamentos. “Esto nunca me había pasado antes”, dijo una enfermera.

Según publica TN, Mosca está acusado de asesinato y falsificación de la historia clínica, en medio de afirmaciones de que “editó los datos clínicos para que el paciente pareciera terminal y, por tanto, no despertar sospechas”.