La pandemia del coronavirus obligó a las autoridades españolas a suspender la tradicional fiesta de San Fermín, que comienza cada 6 de julio, en la que miles de personas se reúnen en las calles de Pamplona para acompañar la corrida de toros. La jornada transcurrió sin incidentes mientras que los relojes de Sanfermin están sincronizados para el 6 de julio de 2021.

El Ayuntamiento de Pamplona tomó medidas excepcionales para controlar las aglomeraciones, y los policías municipales también llevaron a cabo controles en diferentes puntos de la ciudad con el objetivo de garantizar el orden público. En las últimas semanas, las autoridades habían pedido a la ciudadanía que actúe con "prudencia y responsabilidad" durante las fechas en que tendrían que celebrarse las fiestas, entre el 6 y el 14 de este mes.

La única acción autorizada tuvo lugar al mediodía en la plaza Consistorial, donde se desplegó un gran pañuelo rojo frente a un grupo limitado de personas. Los aplausos y gritos de los asistentes se multiplicaron en diferentes puntos de la ciudad. Frente a esta situación los pamploneses celebraron en sus hogares, en grupos de hasta 10 personas, con mascarillas, ropa blanca y pañuelos rojos.

El vicepresidente primero y portavoz del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, agradeció la "respuesta ejemplar del conjunto de la ciudadanía" que espera se mantenga hasta el 14 de julio, según publicó Crónica.