Al menos 1.030 muertos y 1.500 heridos dejó el terremoto de 5,9 grados que golpeó este miércoles una aislada zona fronteriza del este de Afganistán, según las autoridades que pidieron ayuda a la comunidad internacional.

"La gente excava y excava tumbas", dijo el responsable de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohammad Amin Huzaifa, en un mensaje a la prensa.

Las víctimas informadas son del distrito de Gayan y Barmal, de la provincia de Paktika, al sudeste del país, según señaló el funcionario a la agencia de noticias estatal Bakhtar, donde advirtió "es probable que aumente el número de muertos".



"Está lloviendo y las casas están destruidas. No hay lugar donde refugiarse ni comida. Hay gente aún atrapada entre los escombros. Necesitamos ayuda de inmediato", sostuvo Huzaifa, según la agencia de noticias AFP.

Por su parte, Anas Haqqani, un alto responsable talibán, publicó en su cuenta de Twitter: "Esperamos que la comunidad internacional y las organizaciones humanitarias ayuden a la gente en esta situación terrible".

El sismo de magnitud 5,9 se produjo en una zona remota del este, cerca de la frontera con Pakistán, donde la población vive en condiciones muy precarias, y también se sintió en la capital, Kabul, situada a unos 200 kilómetros al norte del epicentro del sismo, informó Télam.


Ocurrió a 10 kilómetros de profundidad en las primeras horas del miércoles, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que agregó que un segundo temblor de magnitud 4,5 sacudió casi el mismo lugar.

Afganistán sufre con frecuencia terremotos, sobre todo en el macizo de Hindu Kush, ubicado entre Afganistán y Pakistán, en la unión de las placas tectónicas euroasiática e india.

En octubre de 2015, un potente sismo de magnitud 7,5 sacudió las montañas de Hindu Kush y dejó al menos 380 muertos en los dos países.