María no pudo tomar el vuelo que había pagado con destino a Viena, Austria, para ver a su hija después de tanto tiempo. Sin embargo, no pudo subirse al avión debido a que había sido vacunada con las dos dosis de Spuntnik V. El drama de las personas inoculadas con la droga rusa deben atravesar este conflicto ante la prohibición de su ingreso a Europa.

En contacto con A Diario, el programa de Alberto Lotuf en Radio 2, María contó su historia, quien tenía comprado un pasaje a Austria –con escala en Madrid– y por su carné de vacunación anticovid no pudo volar. “Yo llego al aeropuerto con mis documentos, las medidas me las dio la empresa de turismo pero no, no hay ningún papel que nos permita viajar a los que fuimos vacunados con Sputnik. Yo tenía papeles de invitación y PCR negativo y ninguno sirvió para nada. Saqué pasaje en Aerolíneas Argentinas porque pensé que iba a defender pero no me pude subir y acá estoy en Rosario con el gasto de ida y vuelta hecho”, manifestó.

“No me dejaron viajar y no fui la única”, continuó. “Es irracional la medida”, comentó sobre la imposibilidad que recae sobre quienes no tienen la ciudadanía europea. “Nos volvió a la época colonial, no tenemos soberanía sobre nuestro cuerpo, recibir la vacuna me ha convertido en una persona que no se puede mover, el Estado argentino debería tomar medidas correctivas”, apuntó.

Juan Carlos Scartascini, integrante de Asociación Rosarina de Agencias de Viajes, confirmó la imposibilidad de los inoculados con la vacuna rusa de ingresar a Europa, tras aclarar que el ingreso formal es en el país cuyo suelo se toca por primera vez . “Las líneas aéreas en general tienen obligatoriedad de verificar la documentación y cumplir requisitos del país al que están yendo”, indicó y agregó: “Cuando el pasajero hace el cheeck in, si falta algo, se le prohíbe el vuelo porque el país destino sanciona a la aerolínea”.

Por último, consideró –lo planteó personalmente–: “No quieren aprobar la vacuna, es una cuestión geopolítica”, dijo y citó el ejemplo de San Marino donde la población en su mayoría está vacunada con Sputnik y debieron recurrir a la aprobación del certificado de vacunación a pesar de que rige la prohibición sobre la droga rusa.