A los argumentos que ya recitamos de memoria para hablar de las bondades de nuestra ciudad (Messi, Di María, Nicki Nicole, Fito Paéz y varios etcéteras) podemos agregarle ahora y con total justicia uno más: la mejor chocolatera del país vive y trabaja en Rosario.

Se trata de María Belén Mattio, una pastelera que nació en Granadero Baigorria pero está radicada desde hace muchos años en la ciudad y que acaba de ganar por tercera vez el título en la competencia nacional de maestros y maestras chocolateras, como ya había hecho en 2008 y 2015. En esta ocasión, se alzó con el trofeo mayor en el certamen que se llevó a cabo durante junio en Costa Salguero, Buenos Aires.

“Para ganar la competencia tuve que hacer una escultura de chocolate de entre 1,10 y 1,25 mts de altura que no pesara más de 15 kilos y elaborar 54 bombones de tres variedades durante 8 horas. Por suerte el título se vino para acá”, dijo divertida en AM/PM por Radio 2.

 

En el marco de la FITHEP, la expo alimentaria latinoamericana, la Cámara de Confiterías junto a la Federación de Trabajadores Pasteleros organizaron este Campeonato Nacional de Maestras y Maestros Chocolateros, en el que compitieron en la instancia decisiva ocho representantes de distintas provincias.

Junto a María Belén, trataron de impresionar al jurado Silvina Beatriz Sosa (San Rafael, Mendoza); Teófilo Luis Cervera (Trelew, Chubut); Edgardo Presas (Plaza Huincul, Neuquén); Carlos Martín Calfuqueo (Junín de los Andes); Carolina Elefoso (Nordelta, Buenos Aires) y Víctor Hugo Regalado (San Juan).

Los pasteleros debían elaborar una pieza artística sólo de chocolate y 54 bombones de tres sabores diferentes, que pasaron por el paladar del jurado integrado por el chef pastelero mexicano Alan Avith Tercero y los argentinos Diego Irato, Gustavo Nari, Verónica Deluchi y Pablo Benítez.

El estanque más rico del mundo

“Elegía hacer una escultura que fuera la representación de un estanque: había una rana, una mariposa, piedras, hojas y una canilla que alimentaba el estanque. Los bombones eran de tres tipos: en forma de pétalos hice unos de frambuesa; de hoja, que eran de crocante de avellana y naranja y llevaban una ganache de chocolate; y el tercer tipo tenía forma de piedra y llevaba manzanas caramelizadas, una ganache de canela y limón y una masa tipo tarta de manzana”, comentó María Belén en Radio 2.

El chocolate que se utilizó el día de la competencia fue del tipo semiamargo: “Lo sacábamos de la máquina templadora a 32°c, pero el chocolate blanco y con leche lo teníamos que templar cada uno a sus respectivas temperaturas. Este trabajo es fundamental, porque si no se hace correctamente el chocolate puede llegar a no desmoldarse, no endurecerse y quedar blando”.

La campeona en acción en la gran final. Al lado, la copa.

En cuanto a lo que evalúa el jurado en este tipo de contiendas, explicó: “En los bombones se califica la estética, la consistencia del chocolate al degustarlo y el sabor, rubro en el que también tuve una mención a la excelencia; y en cuanto a la estructura de la escultura, miran las técnicas para elaborarlo, si moldeás o cortás el chocolate, los colores y la creatividad”.

La campeona confesó que en un momento temió no llegar a presentarla porque la estructura se le rompió, “pero con paciencia y tranquilidad pude remontar el moldeado de la escultura y llegué a entregar a tiempo. Quizás también me premiaron por no rendirme”.

La chocolatera, que trabaja como docente en uno de los institutos de gastronomía más reconocidos de la ciudad y no tiene comercio de venta al público, ganó un premio de 100 mil pesos en efectivo y un viaje para toda su familia a algún destino dentro del país.

Y admitió que el proceso de ensayo y error que llevaron a cabo junto a sus compañeros en la cocina del colegio en el que es empleada fue fundamental. “La verdad, estoy muy agradecida a mis compañeros y al apoyo del colegio”, señaló.

Un título cada siete años

El escritor Alberto Miguel Dib, fanático de la pastelería y autor de libros de esa temática, comentó un dato curioso: los tres títulos de María Belén se dieron con una distancia de siete años entre sí. “En septiembre de 2008, en el predio ferial de la Sociedad Rural en Palermo, se realizó la 6° edición de Hotelga, una Feria Internacional de Equipamiento, Productos y Servicios para la Gastronomía y Hotelería. Allí la rosarina se quedó con el trofeo junto a otro pastelero de su ciudad, Lucas Trecco”, informó.

“Siete años más tarde, en la FITHEP (Feria Internacional de Tecnología para Helados, Confiterías, Pastelerías, Chocolates, Panificados, Pastas, Pizzas, Artículos de Conveniencia, Catering, Food Services y Hotelería) de 2015 en Costa Salguero, se celebró el VI Campeonato Argentino de Maestros Pasteleros. Y esa vez, María Belén se alzó con el primer puesto junto a su marido, Mariano Zichert”, añadió. En 2022, como no podía ser de otra manera, le volvió a tocar.

Todo queda en familia

 

Belén admitió que haber ganado en 2015 con su marido fue algo especial: “Con él compartimos la misma pasión: los dos somos cocineros y especializados en pastelería”. Y aunque aclaró que por ahora sólo se dedica a la docencia, aceptó que más adelante le gustaría encarar un negocio propio con su pareja.

Sobre todo porque por ahora no hay dónde degustar los bombones de chocolate o admirar las esculturas de la tricampeona nacional: eso queda sólo para ella, Mariano, sus hijos y su círculo íntimo. “Los chicos están con nosotros todo el día y comen chocolate. Poquito pero del bueno”, juró.

Belén, Mariano y la pequeña Sarita, junto al trofeo en 2015.

En cuanto a su relación con Zichert, que viaja todas las semanas para trabajar en Buenos Aires, confesó: “Con Mariano nos conocimos trabajando en una de las escuelas de cocineros de Rosario. Y él también es muy talentoso: de hecho, ya representó a Argentina en varias competencias internacionales de Pastelería. Ganó el primer puesto en México y obtuvo el tercer puesto con el equipo argentino de heladería en Rímini, Italia. Es más, el miércoles viajará a Chile a disputar la Copa de las Américas. De ahí, los tres primeros equipos  obtendrán el pase a Lyon, Francia, en Enero 2023. Él es el Coach del equipo Pampa”, dijo sobre su compañero de vida

Bonus data

¿Cómo darnos cuenta de que estamos en presencia de un chocolate “bueno”? La reconocida pastelera rosarina dejó una recomendación: “Un buen chocolate tiene que ser lo más puro posible en relación al cacao, tener la menor cantidad de azúcar (en la línea de los amargos o semiamargos) y tienen que definirse marcadamente la intensidad y la cremosidad cuando lo degustás”. Algo que en sus bombones y esculturas, evidentemente, hay de sobra.