El juicio por la muerte de Diego Maradona fue suspendido por siete días tras la decisión tomada este martes por el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro. Se debe a la investigación sobre la jueza Julieta Makintach por haber presuntamente autorizado la realización de un documental sin el consentimiento de las partes.

El debate se reanudará el próximo martes 27 de mayo a las 10.30 de la mañana. El juez Maximiliano Savarino, quien preside y dirige el juicio, comunicó la decisión unánime tras un breve cuarto intermedio en el que deliberaron el pedido que había realizado la Fiscalía.

Asimismo, el magistrado informó a todas las partes que para ese día será necesario que asistan nuevamente los siete imputados en la causa, tal como en las primeras audiencias.

El proceso estuvo marcado en los últimos días por el avance de un expediente que investiga a la jueza Makintach: durante la jornada del jueves, el abogado Julio Rivas quiso recusar a la magistrada y argumentó que con sus preguntas inquisidoras no mostró imparcialidad y hasta adelantó su veredicto.

Este martes, la magistrada hizo un breve descargo. “Entiendo la zozobra de todos. Estoy convencida de mi parcialidad (sic). Voy a dar las explicaciones del caso. Para denunciar a un juez hay que tener motivos fundados”, dijo Makintach.

Luego agregó: “Ojalá alcance a dar las razones del caso. En caso de que haya algo que esté en peligro, quizás sea yo la que me aparte. Necesitan las pruebas y las razones para fundar”.

Ese día, Rivas también sostuvo que se había enterado de que se estaba grabando un documental del juicio, y que creía que quien lo estaba dirigiendo era el hermano de Makintach. Habría dos infiltrados en la sala de audiencias, avalados por la jueza, que estarían recopilando material para un film.

En este contexto, estaba previsto que el psicólogo Carlos Díaz y dos acompañantes terapéuticos, los hermanos Alejandro y Carlos Cottaro, declaren este martes en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro.

Se trataba de una audiencia clave a raíz de que el especialista en adicciones es uno de los siete acusados por el presunto homicidio simple con dolo eventual del exjugador, ya que la primera imputada en declarar fue la psiquiatra Agustina Cosachov.

El psicólogo fue contratado por el abogado Matías Morla y abordó las adicciones a las drogas y el alcohol de Diego, a la vez que participó de la reunión en la clínica Olivos en la que se le comunicó a la familia que Diego sería trasladado a la vivienda del barrio cerrado San Andrés.

Los Cottaro, por su parte, prestarán testimonio luego de que en la última audiencia hubo demoras por el pedido de recusación de la jueza Julieta Makintach.

Además de Díaz y Cosachov, los otros cinco imputados son el neurocirujano Leopoldo Luque, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna, el enfermero Ricardo Omar Almirón, su jefe, Mariano Perroni, y la coordinadora de Swiss Medical, Nancy Edith Forlini.