De lo más insólito. Ángela Gutierrez pidió un traslado a Buenos Aires a su obra social y le concedieron el turno dos meses después de morir. Tenía un cuadro de hipertiroidismo avanzado y los médicos del Hospital de Caleta Olivia pidieron al menos tres veces su derivación, pero la obra social de los empleados estatales de San Cruz rechazó el pedido y la afectada murió en mayo del corriente año.

El escándalo se enmarca a días de su cumpleaños número 37, cuando la obra social se comunicó con la familia de Ángela. Por fin le habían asignado dos turnos en Buenos Aires con la médica endocrinóloga que podría haberla salvado.

De acuerdo al medio Truncado Informa, Carlos, el esposo de Ángela no responsabiliza a todo el personal de la obra social. "Quien se portó como un verdadero hijo de puta es el doctor Daniel Santiago, auditor de la Caja de Servicios Sociales (CSS)".

Ante esto, la prestadora de salud está en medio de un conflicto complejo, aunque el principal involucrado es el médico que debía firmar los traslados para que la víctima continuara su tratamiento.

"Fueron tres derivaciones urgentes que nos negó el doctor auditor de la Caja de Servicios Sociales", afirmó el entrevistado. "Supuestamente él nos iba a conseguir un turno con la endocrinóloga que viene de Buenos Aires una vez al mes a Caleta; con esa excusa nos frenaba la derivación", explicó.

Gutiérrez fue internada por primera vez el 4 de diciembre de 2018 y le dieron el alta el 20 para que disfrutara de las fiestas. Sin embargo, el 23 tuvo una recaída e ingresó nuevamente al hospital de Caleta Olivia durante la madrugada. De acuerdo al medio citado, tenía un cuadro grave ya que su médula ósea no funcionaba bien.

En enero, los médicos que la atendieron elaboraron los papeles para que la CSS procediera a una derivación urgente a Buenos Aires por un caso de hipertiroidismo avanzado. "Le estaban bajando mucho los glóbulos rojos y las plaquetas", contó Carlos. El auditor, por su parte, consideró que el problema podría encontrar solución en Santa Cruz.

Enojado, el viudo advirtió que iba a efectuar el trámite en Río Gallegos. "Esta persona mientras me gozaba me dijo: 'Mandá lo que quieras a donde quieras porque la última palabra la tengo yo, yo soy el que autoriza'. Tomé esas palabras como que se estaba aprovechando de nuestra situación. Nosotros somos una familia que no tenemos para poner abogados o algo, somos pobres", recordó sobre la batalla burocrática.

Finalmente, Ángela Gutiérrez se descompuso en un hotel de Caleta Olivia y murió al llegar al hospital. Para sorpresa de todos, el 15 de julio fue aprobado su traslado a Buenos Aires, muchos meses después de su internación y a días de su cumpleaños.

"Me llamaron del Hospital de Caleta Olivia para decirme que el turno que habían pedido de la Caja de Servicios Sociales estaba confirmado", comentó Carlos. "Mi esposa ya había fallecido hacía dos meses. Estoy seguro de que si hubiéramos viajado a Buenos Aires, hoy mi señora estaría viva conmigo y sus hijos", lamentó.