Los años bisiestos se caracterizan por tener un día más en el mes de febrero. Es así que en este 2024 el segundo mes del año contó con 29 días a diferencia de los tres años anteriores. Sin embargo antes de que el mundo se pusiera de acuerdo en cómo contar los días del año, hubo varios calendarios. En Suecia, por ejemplo, hace 312 años un día como hoy, 1º de marzo, fue en realidad, 30 de febrero.

"El año bisiesto tiene lugar porque el tiempo que tarda la Tierra en dar la vuelta al sol no son 365 días exactos, sino que es un poquito más. 365 días, 5 horas y 48 minutos y unos segundos. Si juntamos esta diferencia por 4 años esto ya suma un día y de ahí que para compensar se agrega uno", explicó Conrado Kurtz, referente del observatorio astronómico "Mirador del Cielo", en Villa de Merlo, San Luis, en contacto con Rosario3.

"La reforma tuvo lugar en el año 46 AC, en ese tiempo la Antigua Roma se seguía el calendario de Romulus, que estaba compuesto de diez meses, dejando fuera los de enero y febrero, los meses que como sociedad agrícola utilizaban para cosechar. Julio César, le encargó al astrónomo, matemático y filósofo Sosígenes de Alejandría que diseñara el calendario juliano con el objetivo de acabar con los desfases acumulados del calendario romano", agregó.

"Para tal fin se decide agregar un día en el mes de febrero, pero antes se agregaba en el día sexto antes del mes de marzo, dado que es el mes que comenzaban casi todas las actividades en especial las campañas militares y la siembra, dado que ambas empresas en invierno eran más complicadas". Sin embargo "había una diferencia de 12 minutos que empezaron a acumularse y tras 1600 años la diferencia era de 10 días y eso fue haciendo que las fechas se fueran adelantando y podía llegar a ocurrir que, si no se hacía la corrección, la Pascua iba a coincidir con la Navidad. Por este motivo, en 1580 el Papa Gregorio encargó la corrección de este calendario, que es el calendario gregoriano que se usa hasta hoy y que introdujo una pequeña modificación. En 1582, para corregir el desfasaje, se quitaron 11 días al calendario de octubre y se pasó del 4 al 15 de octubre. Ese año duró un poco menos que los demás", dijo Kurtz.

¿Y el 30 de febrero?

"La historia de esta extraña fecha es la siguiente. Suecia seguía el calendario juliano, pero iba a adoptar de manera paulatina el calendario gregoriano. Para ello, a partir de 1700 omitiría un día cada año, para llegar finalmente al calendario gregoriano en 1710, así, se quitó un día en 1700, pero no se hizo ninguna reducción más tras el inicio de la Gran Guerra del Norte, con lo que el llamado calendario sueco se adelantaba por un día al calendario juliano, pero aún tenía diez días de retraso con respecto al gregoriano. La confusión llegó al máximo cuando, en 1712, hubo dos días bisiestos, por lo que ese año tuvo un 30 de febrero. Ese día corresponde al 29 de febrero del calendario juliano y al 1 de marzo del gregoriano. Finalmente, Suecia adoptó el calendario gregoriano en 1753", explicó Kurtz sobre el peculiar día.

Por lo tanto la singular fecha solo existió una vez, en un solo país del mundo y no volverá a darse semejante hecho a  menos que algún día se decida cambiar el calendario, pero eso no sucederá.