La joven rosarina que denunció violaciones sistemáticas de parte de un empleado municipal de Bell Ville (Córdoba), allegado a su familia, durante varios años de su infancia y adolescencia habló con El Tres para dar más detalles de las secuelas que atraviesa y para reclamar “justicia”.

Camila hoy tiene 24 años y según detalla, fue víctima de abuso sexual entre los 5 y los 14 años de edad por parte del mismo sujeto, que tiene 66 y que la semana pasada quedó en prisión preventiva mientras avanza la investigación, con el escándalo extra de la defensa del intendente belvillense al acusado.

“Yo fingía una vida normal cuando nada era normal. Por dentro llevaba un dolor insostenible, un dolor en el alma. Estos abusos fueron desde los 5 años a los 14 y en todo ese tramo hubo amenazas y el abuso se iba agravando cada vez más”, expresó la joven.

Agregó que entre las intimidaciones, el abusador le impedía también ir al ginecólogo “porque iba a descubrir lo que pasaba y nadie podía saber de este juego, como él lo llamaba”, y que transcurría, en Rosario, Funes y Bell Ville.

Hasta que un día Camila no aguantó más. “Mi mamá me preguntó por qué era tan mala y le dije: 'Soy mala porque José me viola”. Ahí sentí que el alma se me liberó”, contó. Es que ni siquiera a su psicóloga le contaba lo que estaba viviendo: “Amenazaba con matar a toda mi familia”.

Luego de ese destape, su madre increpó al acusado pero “él lo negó y salió corriendo” y encima la víctima debió soportar la acusación de la mujer del hombre, que es su madrina: “La esposa me dijo que a mí me gustaba, que yo era buscona”.

Sobre la actualidad, con el conflicto judicializado, Camila criticó el respaldo formal que el intendente belvillense, Carlos Briner, hizo sobre el acusado, a quien consideró “una persona de suma confianza” a modo de garantía para solicitar una excarcelación que hasta ahora no logró. “Este intendente está avalando a un pedófilo”, dijo la joven sin eufemismos.

Y se confiesa más aliviada a partir de la detención del sindicado violador. “Cuando se lo llevaron esposado y la jueza lo dejó 60 días detenido me dio un poco de paz. Pero verlo a él fue fuertísimo, y más que nada que mi mamá escuchara las atrocidades que me hacía. Fue como revolver todo”.

Espero justicia –cerró la víctima su entrevista con El Tres– porque esta persona me arruinó la vida muchísimos años. No sólo la vida, el alma, la psiquis, tuve depresión, ataques de pánico, tuve intentos de suicidio”.