Todd Thesenvitz, un pescador oriundo del estado de Dakota del Sur, Estados Unidos, salió a pescar y terminó con un anzuelo clavado en el pecho, a la altura del ventrículo izquierdo del corazón.

Todd estaba pescando junto con su esposa e hija en un lago cerca de la ciudad de Clark. Sin embargo, mientras sacaba del agua a un gran pez, el anzuelo se rompió y accidentalmente se le encajó en el pecho junto al corazón.

El propio Todd relató cómo se dio toda la situación. "Vi la plomada volando hacia mí como en cámara lenta". En principio pensó que solo le rebotaría en el pecho pero después se percató que el anzuelo quedó atrapado "en el ventrículo izquierdo de su corazón".

Por pura fortuna, su hija Keanna es enfermera de profesión y actuó con gran profesionalismo para asistir a su padre. El "primer instinto" fue no halar el accesorio y dejarlo adentro. "Siempre que algo sucede, instantáneamente quieres sacártelo porque crees que eso ayudaría", mencionó la joven.

Por su parte, la esposa de Todd, condujo el bote a un embarcadero, que en ese momento estaba lleno de socorristas. "Cada ola que golpeaba -la embarcación- lo hacía gritar del dolor, así que era estresante pero sabía que Keanna se encargaría de él", afirmó.

Cuando la familia llegó a tierra, el hombre fue llevado al hospital, donde los médicos le operaron y le retiraron el objeto de su organismo. "Parece que hay una probabilidad entre un millón de que todavía estás aquí con nosotros. Si lo hubiera sacado, dijeron que en 30 minutos habría muerto", comentó la hija de Todd.

A Thesenvitz le está yendo bien considerando las circunstancias, pero se supone que no debe levantar cosas de peso. Tendrá algunas citas de seguimiento que lo ayudarán a decidir cuándo puede volver al trabajo y cuándo podrá volver a pescar, según publicó Fox8.