A una semana de la llegada del verano en el calendario, las temperaturas comienzan a subir y con ellas, el uso del aire acondicionado, un aliado para encontrar un poco de confort pero una amenaza para las vías respiratorias si no se tienen en cuenta algunas recomendaciones básicas que van más allá de ponerlo a no menos de 24 grados.
Con el calor, las enfermedades respiratorias infecciosas son menos frecuentes pero hay afecciones o síntomas ocasionados por el mal uso de estos aparatos que enfrían el aire, le quitan humedad -lo secan- y además tienden a acumular polvo y gérmenes en los filtros, todo lo contrario de la función natural del sistema respiratorio, que puede sufrir cuadros infecciosos o inflamatorios, sobre todo en vías altas, como rinitis, sinusitis, faringitis y laringitis. Incluso broncoespasmos en personas asmáticas y hasta neumonías.
“Los aires acondicionados tienen filtros donde, durante el tiempo que no los usamos, queda atrapada tierra y ácaros, que al volver a funcionar van a contaminar el aire que estamos respirando y pueden provocar reacciones alérgicas”, explicó en Radio 2 el neumonólogo rosarino Daniel Buljubasich, ex presidente de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.
Además de una limpieza periódica de los filtros para evitar que ventilen polvo, es necesario tener en cuenta la temperatura y la dirección en la que sale el flujo de aire enfriado por el artefacto. “Lo ideal es usarlo a 24 grados, por muchas razones además de lo energético”, dijo el médico, ya que programar temperaturas menores puede complicar las vías respiratorias y también recomendó “que no dé directo al cuerpo, sino que pase por encima nuestro”.
En el programa Punto Medio, observó también que “suele pasar que para irnos a dormir, lo ponemos a 20 grados una hora antes”, con el dormitorio cerrado mientras se permanece en otros ambientes menos fríos. Entonces, al ingresar al cuarto, señaló Buljubasich, “es imposible para el cuerpo amortiguar la amplitud térmica”, por lo que sugirió “enfriar el ambiente con nosotros adentro, lo que va a ser mucho más sano”.
En cuanto al uso de aire acondicionado en vehículos, destacó que también puede ser perjudicial si se direccionan las paletas ventiladoras hacia al cuerpo. “A veces nos da el sol, hace calor y lo ponemos directo al pecho; eso probablemente nos traiga algún problema”, advirtió.
Qué hacer para evitar enfermedades respiratorias en verano
- Acondicionar los ambientes con temperaturas entre 24 y 27 grados.
- Tratar de mantener la humedad del ambiente usando la función de ventilación o deshumidificación.
- Mantener los filtros limpios.
- Evitar los cambios bruscos y frecuentes de temperatura para permitir que el organismo se adapte gradualmente.
- Estar preparados para un eventual cambio brusco de temperatura. Por ejemplo, llevar abrigo.
- Mantenerse bien hidratado y alimentado.
- Continuar con los tratamientos y cuidados para enfermedades respiratorias crónicas.
- No fumar.
- No automedicarse y consultar al médico en caso de síntomas importantes o persistentes.