El hombre de 31 años que se filmó con una arma y amenazando al gobernador Omar Perotti si no le pagaba “el bono de 20 lucas”, fue imputado el miércoles en la capital provincial y recuperó su libertad. Para su abogado, el hecho no se trató de una amenaza y fue viralizado en el marco de una interna gremial.

“A mi cliente lo filma un amigo, compañero de trabajo, desde su propio teléfono. Luego, sin avisarle, esta persona se manda el video a su celular, pero no había ningún problema porque tampoco lo iban a viralizar”, relató en A Diario (Radio 2) Ramiro Carrasco, el abogado del imputado.

De acuerdo a la versión de la defensa, la filmación ocurrió el 24 de diciembre y salió a la luz el 14 de enero, luego de una asamblea sindical. “Ambos (su defendido y quien lo filmó) trabajan en la parte gremial del 107, son choferes e íntimos amigos, pero se pelean a muerte y esta persona viraliza el video contra la voluntad de mi cliente”, aseguró.

“Tal es así que, apenas ve el video en redes, utiliza todos los protocolos de facebook para que se borre, pero esta persona lo publicó también en instagram y lo viralizó por los medios de comunicación. Ya lo denunciamos penalmente”, añadió Carrasco.

Con respecto al contexto en el que se filmó el video, el jurista sostuvo que el ambulancista “estaba totalmente alcoholizado” en la previa a navidad. “El 21 el Gobierno nacional había manifestado el decreto del bono de 20 mil pesos, estaban bromeando. Aparte no tiene necesidad económica y lo dice en tono jocoso”, afirmó.

Pese a estas aclaraciones, el hombre fue imputado por los delitos de amenazas calificadas (por el uso de armas), intimidación pública, resistencia a la autoridad y violación de domicilio. Algo que para su defensor no corresponde.

“La amenaza tiene que ser un hecho de un mal futuro evidente, él dice te voy a buscar, no dice te voy a matar. Esto era algo que quedaba entre cuatro paredes y si eso pasaba no existe el delito. Mi cliente no es una persona agresiva, es monaguillo de iglesia y el arma no era real”, remarcó Carrasco.

Pese a esta aclaración, el abogado santafesino aseguró que el hombre está arrepentido de lo que hizo. “Se quiere morir porque le vino el mundo encima. De nunca haber ingresado a una comisaría pasó a ser torturado, ahora está vomitando sangre y tiene la amenaza de perder el trabajo”, señaló.

Por último, Carrasco se refirió también a la imputación que tuvo su defendido por haberse intentado escapar al momento de que la policía fue a buscarlo a su domicilio. “No se quiso escapar, estaba en la moto y se asustó. A los 20 metros lo agarraron, justo llegaba de trabajar”.

“Le dieron la libertad porque no hay pruebas. La fiscalía obtuvo el video a través de las redes sociales, esto es una locura en cualquier lugar del mundo, para obtener un video se necesita un protocolo que acá no hay”, concluyó.