Poderosas señales están siendo emitidas en dirección a la Tierra desde el espacio profundo a un ritmo sin precedentes. Según los científicos, una fuente de ráfagas de radio rápida repetitiva descubierta el año pasado fue registrada disparando más de 1.800 ráfagas en el espacio de 60 días.

Nombrado FR. 20201124A, el objeto fue detectado utilizando el radiotelescopio esférico de apertura de quinientos metros (FAST) en China. Fue descrito en un artículo dirigido por el astrónomo Heng Xu de la Universidad de Pekín en China. Las ráfagas de radio rápidas, o FRB, son un fenómeno espacial misterioso.

Las emisiones de alta intensidad suelen durar solo una fracción de segundo y sus orígenes se desconocían hasta hace poco. Los científicos capturaron unos pocos miles desde que se detectó el primero en 2007. Todos los FRB son inusuales, pero el recién descubierto fue especialmente extraño. Durante 82 horas de observación repartidas en dos meses, según el artículo publicado en Nature, FAST detectó 1.863 estallidos.

Su polarización y la intensidad de la señal oscilaron enormemente, lo que lo convirtió en el primer FRB en mostrar este tipo de variaciones en sus ondas, dijo a Inverse el autor del estudio, Fayin Wang, de la Universidad de Nanjing. La evidencia hasta ahora apunta a que su fuente es una magnetar, una estrella de neutrones con un poderoso campo magnético. Sin embargo, la forma en que su polarización cambió con el tiempo sugirió que otro objeto podría estar contribuyendo a las señales: "Estas observaciones nos llevaron de vuelta a la mesa de dibujo", dijo el astrofísico Bing Zhang de la Universidad de Nevada, Las Vegas.

"Está claro que los FRB son más misteriosos de lo que imaginamos. Se necesitan más campañas de observación de múltiples longitudes de onda para revelar aún más la naturaleza de estos objetos", expresó. Casi todos los FRB detectados hasta ahora provienen de lugares demasiado lejanos para distinguir claramente dónde se originaron. Solo un puñado repitó, y menos aún en un patrón predecible. Esto los hace notoriamente difíciles de estudiar, lo que significa que sus orígenes eludieron a los científicos durante más de una década.

Se cree que las señales provienen de enormes explosiones en el espacio profundo que se desvanecen en menos de un segundo. En 2020, los investigadores dijeron que habían identificado destellos de radio provenientes de un objeto conocido como magnetar. Los magnetares son un tipo de estrella de neutrones con un campo magnético muy poderoso; se cree que solo un puñado de ellos están presentes en la Vía Láctea.

Los físicos especularon previamente que los magnetares podrían producir FRB, pero no había evidencia para probar que ese fuera el caso. Significa que las señales no provienen de civilizaciones extraterrestres, una teoría promocionada por algunos cazadores de ovnis pero descartada por los científicos, según publicó The Sun.